Por fin nos sacamos esta espina clavada en el pecho. Necesitábamos este triunfo como agua en el desierto, pero más ellos. Más los jugadores. Para demostrarse a sí mismos que el grupo no es débil. Que este plantel, nombres más nombres menos, alcanzó la clasificación a la Copa Sudamericana hace pocos meses. En el medio pasaron muchas cosas. Se fue Barrios, González y Cabrera. Se trajeron jugadores equivocadamente. Se fue el técnico que armó todo esto. Fracasó el proyecto Carboni. Y Sanzotti, una vez más, debió tomar el fierro caliente. Sigo opinando lo mismo que la semana anterior: Argentinos necesita contratar un ENTRENADOR. Pero analizando lo que fue ayer, lo que Raúl hizo fue ordenar un poco este enorme desorden. Y eso es más que valorable. 

El primer acierto fue, sin dudas, modificar el esquema. A esta altura, daba lo mismo el que utilizara. Solo sabía que había que cambiar, porque el 4-3-3 estaba desgastado. Se notaba previsible. Sin mencionar que ya no tenés las herramientas para llevarlo a cabo. Sanzotti leyó en la semana todo esto y fue inteligente. Pobló el mediocampo con jugadores expertos en sacrificio y quite. Después discutiremos si estuvieron bien sacados Barboza e Ilarregui, pero al menos el entrenador sabía lo que hacía y sabía qué le podían dar estos nuevos intérpretes. 

Repito: el partido de anoche no fue brillante. No es el juego que esperamos de Argentinos ni estuvo plasmado todo el potencial de estos jóvenes. Pero, también hay que entender, que veníamos perdiendo todos los partidos. El dicho que dice "los equipos se arman de atrás hacia adelante", es muy cierto. Y hoy tenemos que empezar por ahí. Si bien la defensa no se modificó, el rol de Fausto Montero fue vital. Su presencia apenas centímetros adelante de Torren y Bojanich le dio un aire distinto al equipo a la hora de retroceder. También estuvo bien ensayada la presión de Machín, sabiendo que Romero le iba a cubrir las espaldas. No obstante, el capitán debería regular esto porque muchas veces dejó expuesto a Matías. 

En el primer tiempo solo tuvimos una chance de gol. Pelota detenida, centro perfecto de Ybáñez y por un pelito Bobadilla no llegó a desviarla. Nada más. Nos limitamos a controlar el poder ofensivo de Banfield y lo hicimos muy bien. 

En el complemento, si queríamos ganar, tenía que aparecer algo distinto. Ese algo que rompa tácticas, que tenga una iluminación diferente al resto. Y por suerte, lo tenemos de nuestro lado. Nueve minutos del segundo tiempo, tiro libre cerca del área, la acomoda el "10", brazos en jarra, mira la pelota atentamente y luego de la orden del juez, ese coloradito rebelde la clavó al palo del arquero Arboleda. Damas y caballeros, Aléxis Mac Allister juega a otra cosa. Apenas un puñado de minutos desde su vuelta y ya demostró por qué es el mejor jugador del plantel. Les digo más: es el goleador del equipo y no juega hace dos meses. El niño maravilla cerrando bocas y dedos, incluso los míos, críticos con él sin merecerlo en su primer campeonato en Primera División.

Sanzotti hizo ingresar a Batallini para intentar liquidarlo en una contra, pero Banfield se venía con todo. En el último partido de Falcioni como DT, sus jugadores no iban a permitirse una derrota, por eso, con más corazón que juego, lo fueron a buscar a base de centros y centros. El "Bicho" perdía en casi todas las jugadas aéreas y el empate estaba al caer. Además, el juez de línea anuló un gol lícito para el "Taladro", lo cual hizo que Sanzotti tome la decisión de relegar el arco rival y cuidar el nuestro.

Kevin Mac Allister primero y Nehuén Pérez sobre el final. A cuidar el marcador y nada más. Sin avergonzarnos. Argentinos hoy necesita ganar, no jugar bien. Obvio, si lo podemos lograr, mejor. Pero lo principal era mantener el resultado. Y lo logró.

Fue final en el Sur. Se rompió esta maldita racha y salimos del último puesto. Está claro que Argentinos está obligado a jugar mejor, a ser protagonista en todas las canchas del país, pero hoy en día debemos relegar un poquito de eso. Las declaraciones de Aléxis tienen que servir para que sepamos que todos estos meses no fueron color de rosa. Que hubo algo interno que rompió la paz del plantel. Pero por suerte, por el bien de Argentinos, todo eso se está evaporando. Hoy hay que disfrutar que ganamos, que sumamos tres puntos vitales y que de a poco nos iremos acomodando. Eso sí. A no dormirse ni creerse salvados. En enero Argentinos necesita un técnico, dos refuerzos por línea y recuperar su identidad. Sino, dependeremos siempre de la suerte o de una buena noche defensiva. Y eso amigos, créanme, es jugar con fuego. Nos vemos la semana que viene en La Paternal, si Superliga quiere, claro...

Banfield: Iván Arboleda; Rodrigo Arciero, Renato Civelli, Danilo Ortiz, Claudio Bravo; Luciano Gómez, Adrián Calello, Enzo Kalinski, Nicolás Silva; Julián Carranza y Darío Cvitanich.

DT: Julio César Falcioni.

Argentinos Juniors: Federico Lanzillota; Jonathan Sandoval, Miguel Torrén, Gastón Bojanich, Enzo Ybáñez; Gastón Machín, Fausto Montero, Juan Ignacio Méndez, Alexis Mac Allister, Matías Romero; y Raúl Bobadilla.

DT: Raúl Sanzotti.

Estadio: Florencio Sola

Árbitro: Nicolás Lamolina

Gol: ST 7′ Alexis Mac Allister (A)

Amonestados: PT 33′ Juan Ignacio Méndez (A). ST 6′ Luciano Gómez (B), 23′ Raúl Bobadilla (A), 26′ Darío Cvitanich (B), 29′ Renato Civelli (B), 33′ Gastón Bojanich (A), 34′ Adrián Calello (B), 39′ Rodrigo Arciero (B)

Cambios: ST 8′ Damián Batallini por Juan Ignacio Méndez (A), 17′ Michael López por Luciano Gómez (B), 17′ Agustín Urzi por Nicolás Silva (B), 29′ Kevin Mac Allister por Alexis Mac Allister (A), 37′ Juan Pablo Álvarez por Danilo Ortiz (B), 40′ Nehuén Pérez por Raúl Bobadilla (A)

FOTO: @AAAJOficial