En la previa del partido, una pequeña sorpresa nos movió el tablero preliminar. Cuando la mayoría esperábamos un doble cinco integrado por Colman y Barboza, el Gringo sorprendió incluyendo a Mac Allister en el once inicial por decisión puramente táctica, como luego supo explicar en conferencia de prensa ("Fue exclusivamente por características y táctica. Quise jugar con dos jugadores ofensivos, y a Barboza lo tengo como mixto. Una de las cuatro alternativas era ésta. Hay que felicitarlo a Alexis por el gol").

Lo cierto es que la decisión del Gringo fue innegablemente un acierto. Alexis fue el eje del juego del Bicho, siendo inclusive más incisivo que Colman. Ante una defensa cerrada como la que plantó Santamarina con su 4-4-2, el joven volante de 18 (!) años se presentó como una llave para abrir espacios. Desmarcándose correctamente, haciendo enroques con Romero, ejecutando pases precisos para ampliar la cancha y hasta eludiendo, Mac Allister manejó los tiempos del ataque del Bicho con eficiencia y elegancia.

Llegados los 32 minutos del primer tiempo, con un Argentinos que no convertía pese a ser indiscutiblemente mejor que su rival, Mac Allister rompió el cero. ¡Y de qué manera! Recibió de espaldas al arco en la mitad de cancha. Con un control orientado se quitó de encima a un marcador y quedó de cara al arco. Luego, arrancó su carrera y acomodando la pelota hacia su derecha dejó en el camino a otro rival. Habiendo pasado a dos, Alexis se encontró con espacio y tiempo para tomar un disparo de media distancia. A tres metros del área de Papaleo, el hijo del Colorado le pegó con el empeine a la pelota y la mandó a guardar al ángulo izquierdo del arquero de Santamarina. Golazo con todas las letras.

Exclusivamente su gol (de otro partido), le otorgó el triunfo al Bicho, que jamás pudo plasmar la diferencia que le sacó en el desarrollo a su rival. Fue 1-0, y con esa belleza coronó su mejor partido desde que juega en Primera División para Argentinos. La noche fue redonda para Alexis: triunfo, golazo para el recuerdo e indiscutida condición de mejor jugador del partido.