Su llegada despertó la curiosidad de todos. Pocos lo conocían, pero apenas ingresó en el primer partido contra Atlético Rafaela, le bastó con algunos destellos para demostrar por qué “Pipo” lo había pedido. El rubio, ex Sudamérica de Uruguay, contó cómo fue ese proceso de adaptación: "Me pude adaptar rápido al fútbol argentino. Mis compañeros, el cuerpo técnico, la gente y los dirigentes me trataron de diez y eso a mí me lo hizo muy fácil. La gente que me conoce sabe de mi tranquilidad y mi timidez, por eso no me afectó el cambio del fútbol uruguayo al argentino. Jugar acá es un pasito muy importante en mi carrera", manifestó.

Con respecto a su posición original y a la que Gorosito le otorgó en su llegada a Argentinos, Gallego fue claro: “En Uruguay, Jorge Vivaldo me utilizaba como doble cinco. Soy un jugador al que le gusta estar en contacto con la pelota e ir para adelante. Por suerte, Pipo me da libertad para tirarme por los costados o entrar por el centro. También me gusta probar al arco, aunque todavía las pelotas paradas siguen siendo de Gaspar (Iñíguez) que le pega como los dioses y Miguel (Torren) que las mete todas”.

Si bien apenas tiene 24 años, el volante confiesa que no le sorprende estar en éste nivel: "No sé si estoy sorprendido por mi rendimiento, lo que sí estoy contento por el nivel que mostró el equipo y por cómo se están dando las cosas. Espero seguir jugando y seguir aportando lo mío".

Finalmente y con la mente puesta en el partido del domingo frente a River, Gallego sabe que se juegan una parada brava, aunque avisó que Argentinos tiene todo para ganar el partido: “A uno siempre le dan las ganas de jugar, de hacerlo bien y dejar todo para que nos vaya bien. River es River y nosotros somos nosotros. Tendremos que hacer nuestro juego, dejar todo e intentar sacar un resultado importante para nosotros”, cerró.