Tiene un apellido pesado. Sin embargo, Sebastian Riquelme busca hacer su propio camino en una carrera que recién comienza. Con continuidad en el equipo de Sanzotti, el volante viene destacándose a base de buenos rendimientos y goles: “La continuidad en Reserva me sirve mucho y trato de devolver la confianza con juego”.

En la época de Claudio Borghi, fue promovido a primera división y compartido los entrenamientos con Román: “Antes que el viniera pensé que era imposible compartir un entrenamiento con él. Fue algo muy lindo lo que me tocó vivir”. Si bien le toco volver a practicar al Bajo Flores, no pierde las esperanzas de tener una nueva chance: “Trato de mejorar cada día para hacerlo de la mejor manera y poder mostrarle al técnico de primera algo que le guste”.

A la hora de buscar una preferencia en cuanto a su posición en la cancha, deja en claro su postura: “Siempre fui enganche, pero a veces me tiran un poco más arriba”. Tanto Román como Cacho (su padre) lo aconsejan acerca de su juego: “Mi viejo y mi hermano son prácticamente iguales en la manera de pensar y de vivir el futbol. Me dan muchos consejos y me ayudan”, afirmó.

Fotografía: Gentileza Juveniles AAAJ