Animarse a ser diferentes
24 de noviembre de 2016

“Porque ser de Argentinos es diferente”. Casualidad o no, esa canción lidera el ranking de canciones de la hinchada del Bicho en lo que va de esta temporada de la B Nacional. Y cabe a la perfección para describir a este equipo de Heinze. Es diferente. Distinto a los demás. Unico. Puntero por mérito propio y sin ninguna objeción.
En todo caso, si algo se le pudiera reprochar a la tabla es que Argentinos debería tener más puntos. Mereció ganar todos los que ganó. La mayoría de ellos mereció hacerlo por mayor diferencia. Además mereció ganar la mayoría de los que empató. Y hasta mereció ganar alguno de los que perdió, como el de Boca Unidos.
Cualquiera se da cuenta que el mayor defecto de este equipo es la falta de contundencia y efectividad. No concreta en función de todo lo que genera. Y aún así, es uno de los equipos más goleadores del campeonato. Y pese a su perfil ofensivo, es uno de los que menos goles recibió.
Los números por ahora cierran por todos lados. Pero lo más meritorio no es eso, sino que sigue siendo lo otro. Las formas, el estilo, la manera. Cualquier hincha de cualquier equipo de esta B Nacional admite que Argentinos es el mejor equipo. Y no tanto por la jerarquía individual (hay que gente que todavía cree que Cabrera es un “pibe del club” y desconoce su procedencia, por ejemplo), sino por el sentido colectivo.
Heinze sigue sin repetir la formación en los quince partidos que dirigió. Pero más allá de los cambios de nombres, de sistema de juego, de estrategia, la idea siempre es la misma. Y eso es lo que hace de Argentinos un equipo diferente: jugar igual en todas las canchas, sin importar el rival y la condición.
¿Cuánto hace que no ocurría algo así en Argentinos? Desde 2010. Y yendo más atrás, hay que irse hasta la dorada década de los ochenta. La intención no es comparar, que quede claro: simplemente resaltar que este equipo no solamente es diferente a todos los de esta categoría sino que también es distinto a todo lo que vimos en los últimos 30 años, a excepción del glorioso campeón 2010.
¿Qué significa ser distinto, diferente? Que no es lo mismo, no es igual. Porque no sería lo mismo ascender jugando como está jugando Argentinos. No es lo mismo que, aún estando en la B Nacional, todos hablen sobre cómo juega el Bicho.
No es lo mismo tener un equipo simpático, agradable, con mayoría de jugadores del club, con jóvenes potenciados en sus capacidades y en su cotización, que ascender gastando una millonada, endeudando al club por varios años y encima subiendo con un empate arreglado en la última fecha con Douglas Haig.
Este equipo representa a la perfección las necesidades actuales del club (presupuesto austero, prioridad por los juveniles, potenciar el capital del club) y además respeta la esencia histórica de Argentinos. ¿Cuánto hace que Argentinos no tiene un equipo que realmente nos identifique, exceptuando aquel que fue campeón en la cancha de Huracán? Este equipo va derecho a ser uno de los que quedan en la historia. Y no por resultados, aunque los números le sonríen, sino por ser distinto, ser diferente.
Queda mucho por delante porque no transcurrió todavía ni siquiera la mitad del torneo. Pero debemos animarnos aún en la incomodidad de jugar en una categoría que no nos pertenece, a disfrutar más de este equipo. Hay que animarse a ser diferentes.
Foto: Prensa AAAJ