Argentinos pagó caro dos errores
22 de septiembre de 2016
Argentinos cometió errores evitables que resultaron ser fatales en el desarrollo del encuentro, dada la efectividad de Villa Dálmine.

Si bien es cierto que hoy Argentinos recibió un golpe de realidad que le recuerda la aspereza de la categoría en la que compite, hubo también una cuota importante de evitables errores propios que desencadenaron en la lastimosa derrota frente a Villa Dálmine en Campana. Muchos de estos errores -imprecisiones en las salidas, pases errados, malas decisiones- fueron causados, lógicamente, por la agresiva presión que propuso el local durante la mayoría del primer tiempo. Son la excepción, sin embargo, los yerros que derivaron en los goles de Cérica y Alonso.
Lo que tienen en común estos dos errores fatales es que ambos ocurrieron en la zona defensiva. El primero de todos, que llega finalizando los primeros cuarenta y cinco minutos es defensivo y conceptual. Laso marca por atrás a Cérica y permite lo único que tenía que negarle; el giro para poder enfrentar el arco. La jugada transcurre por el eje de la cancha por lo que el delantero de Dálmine queda con pelota dominada en carrera hacia la meta que defiende Trípodi con Laso a sus espaldas y un hueco en el centro de la defensa visitante. Dos jugadores del Bicho salen a cerrarle el paso y pese a que Cérica por un instante pierde el control del dribbling, ninguno es capaz de parar el avance o puntearle la pelota. Tampoco nadie logró interponerse entre la pelota y el arco y Cérica anotó el primero del local. Finalmente es éste error el cual lleva a Heinze a remover a Laso de la cancha a la hora de ingresar al joven González, modificación que llegó temprano en el segundo tiempo.
El segundo error es el más patético y el menos creíble de todos. Digno de blooper, la defensa de Argentinos regala dos veces la pelota partiendo desde una salida sin presión; Dálmine perdona una pero no dos. Benítez cruza débilmente un pase desde la izquierda, el cual Carboni intercepta pero vuelve a perder en el intento de eludir. Machín se la puntea y parece que el error no forzado no acaba en mayores consecuencias... Hasta que Barboza tira un pase para atrás que queda corto y como pelota dividida. Luego de este segundo error hay uno todavía más ridículo. Carboni, Machín y Barboza corren detrás de la pelota. Es este último quien la puntea a un costado aún más atrás, justo para la posición en la que Alonso esperaba para definir el mano a mano y así firmar el segundo gol y sellar el partido. En una carambola tragicómica y, sobre todo, una pelota regalada ante ninguna presión, Argentinos pierde el partido.
Es remarcable, más allá de las facilidades que le otorgó la defensa del Bicho, la eficacia de Dálmine para aprovechar las escasas ocasiones que encontró, convertirlas en gol y plasmar una victoria mucho más abultada que la real diferencia entre ambos equipos en el terreno de juego. La ausencia de Lanzillota, que en partidos anteriores le salvó el pellejo al equipo -de momento lesionado-, en el arco y de Martínez, bastión defensivo -también mermado físicamente- se sintieron profundamente en la derrota de hoy, aun cuando la faceta que más decepcionó fue la ofensiva.
Foto: Web Del Viola