Finalmente hemos llegado al final del camino. Un camino que al principio sufrió  turbulencia, pero con el correr de los encuentros, meses, y una correcta adaptación, Argentinos protagonizó una buena Superliga a punto tal de salvarse del descenso siete fechas antes y, por momentos, soñar con ingresar a la Copa Libertadores. ¿Qué objetivos nos queda entonces? El último disparo a la Copa Sudamericana. Para eso, hay que ganar mañana. No queda otra. Más allá de que a lo largo de la semana se hicieron un sin fin de cuentas espiando los resultados de los rivales, la realidad es que el de mañana no es un partido cualquiera. Y si bien el condimento de jugar una Copa seduce, a Vélez hay que salir a ganarle SIEMPRE.

En la práctica de ayer, Alfredo Berti sorprendió concentrando 22 jugadores. No por tener muchas dudas de cómo armar el equipo, sino por una cuestión de unión de grupo. Lo que Pasión Paternal pudo averiguar, es que Berti jugaría con los mismos once que perdieron ante Godoy Cruz en La Paternal el pasado fin de semana. ¿Qué quiere decir? Que Pisculichi seguirá siendo el enlace, que los tres puntas se mantienen, que Machín y Montero se repartirán la mitad, y que los cuatro del fondo continuarán cubriendo al arquero Lucas Cháves.

Será un partido especial. No solo por Vélez, sino por quien lo dirige. Gabriel Heinze fue el impulsor de todo esto. Fue la bandera principial, el hombre que le devolvió la identidad y que nos trajo a Primera jugando un fútbol que hace años no veíamos. Para él, el mayor de los respetos. Aunque cuando arranque el partido, todo eso se terminará. No habrá un solo hincha del "Bicho" que no quiera ganarle. 

Se habló mucho estos días el tema del éxito y el fracaso. Muchos sabes como pienso, pero no está mal que vuelva a dar mi punto de vista. El objetivo de Argentinos cuando comenzó la Superliga era salvarse del descenso. Y lo logró con creces. A veces jugando bien, otras mal, pero lo logró. Y con muchas fechas de anticipación. El segundo objetivo, para mí, era fortalecer y darle rodaje a los jóvenes. También se logró. Cháves, Kevin, Aléxis, Nico González, Batallini. Todos fueron importantes a lo largo del semestre. Tal vez faltó enfoque en Barboza, Colman o Benítez. Pero en líneas generales se logró consolidación. También era importante generar un núcleo de líderes. Machín, Pisculichi, Barrios, Sandoval, Torrén. La mezcla justa entre experimentados y chicos talentosos. Una vez conseguido esto, el ingreso a las Copas era lo más próximo en el horizonte. Con la Libertadores muy difícil, la Sudamericana era un sueño concreto. En el medio, la Copa Argentina. Y se avanzó. La forma no fue la ideal, pero siempre fue un certamen difícil para los de "más recursos". Finalmente, el último partido con Vélez. Ganar sería coronar un año perfecto, donde se continuó el proceso de identidad. Perder y quedar afuera dolería, pero sabiendo que los objetivos primarios y vitales para nuestra existencia en Primera se materializaron. 

Sepan que es hermoso pelear por entrar a una Copa. Y si no se da hoy, lo intentaremos la que viene. Pero siempre sabiendo que somos competitivos. Que el mundo sepa que estamos de vuelta. Que no seremos más aquel equipo que luche por no descender. Empezó una nueva Era y estamos listos para dar batalla. Y la primera GRAN BATALLA es HOY. ¿Estaremos a la altura? Capacidad y potencial nos sobra, faltará un guiño de los dioses del fútbol y volveremos a sonreír de placer. Vamos, Bicho. No le falles a toda tu gente.