Caída dolorosa
09 de septiembre de 2017
Paso en falso de Argentinos en su debut por la Superliga. Perdió 2-1 frente a Patronato y pese a ver cosas buenas del semestre pasado, en líneas generales no tuvo un buen partido y lo pagó caro. Braian Romero abría la cuenta a los 11 minutos del segundo tiempo, pero el local empataría de cabeza a través de Lucas Márquez. En la segunda parte, el "Bicho" se quedó sin piernas y siguió con las falencias en pelota parada: a los 25 minutos, Sebastián Ribas conectó un cabezazo perfecto y venció a Cavallotti. Mucho que trabajar, mucho que pensar y mucho que recapacitar. Esto recién empieza. Hay material y hay tiempo. Se puede.

Alfredo Berti pensó un 4-3-3 con la misma idea que viene teniendo Argentinos en el último año. Pelota al piso, salida limpia, juego a los costados y mucha tenencia con profundidad. Esto fue de lo mejor que hizo el equipo y lo que a muchos nos alegró ver. Porque pese a la llegada de otro DT, el hambre de ganar el partido como durante toda la estadía en la B Nacional siguió intacto. Como si el tiempo no hubiera pasado. Pero esto es apenas una parte de la historia.
El partido empezó más que favorable para el conjunto de Berti. Tal es así que a los 12 minutos, Aléxis recibió en mitad de cancha, de cachetada habilitó a Cabrera, que con una corrida infernal tiró el centro atrás y encontró a Batallini listo para definir, aunque el remate salió defectuoso, pero por suerte, apareció Braian Romero para corregir el tiro y de cabeza marcar el 1-0.
Pero las cosas empezaron a cambiar. Patronato avanzó en el campo mediante un juego físico y aguerrido. Y Argentinos, como estábamos acostumbrados, eso no lo atemorizaba futbolísticamente hablando. Pero esta vez pasó. Retrocedió de tal manera que por momentos parecía un equipo liviano y sin fuerza. A los 36 minutos, Blas Cáceres lanzó un preciso centro desde la derecha que Cavallotti no logró controlar. En el rebote, Renzo Vera volvió a meter la pelota en el área y esta vez no hubo salvación: cabezazo de Lucas Márquez y a cobrar.
En el complemento, parecía que Argentinos iba a llevarse puesto al rival. Al menos, desde la energía, se notó eso. Pero los pésimos partidos de Machín y Martínez generaban dudas al equipo y la seguridad de la defensa empezó a tambalear. Berti movió el banco y mandó a Pisculichi a cancha, buscando un nexo más prolijo entre los volantes y delanteros. No obstante, el regreso del volante no fue el mejor. En su primera intervención de espaldas, Marcelo Guzman le robó el balón, corrió por la derecha ante la pasiva marca de Machín, y tras fallar el primer centro por un despeje defensivo, en el segundo su botín derecho no se equivocó. Encontró la cabeza del ingresado Ribas y estampó el 2-1. Argentinos ya no supo cómo resolver el partido. Apenas algunos intentos por las bandas pero sin claridad.
Lo positivo de la noche en Paraná es que la filosofía sigue intacta. Argentinos va intentar siempre controlar el partido y ser agresivo. Ahora, hay que recordar que ya no estamos en la B Nacional. Tal vez, contra Crucero del Norte el partido no se perdía. Hoy sí. Acá fallas y lo pagas caro. Momento de reflexión y autocrítica. Falta mucho y hay un material impresionante. El sábado jugamos una final contra Belgrano. Y digo final porque después, cuando estamos con la soga al cuello, recordamos estos partidos que, a priori, se presentan accesibles. Con fe y a ganar los tres puntos ante el "Pirata", que después de eso viene una seguidilla brava con River y Racing, de la que si o si deberemos salir con aire.