A mediados de 2014, Nueva Chicago era el equipo sensación, y campeón, de la Primera B Metropolitana. Con ese ascenso, en el semestre siguiente tuvo la oportunidad de volver a ascender, esta vez a Primera División, en tan solo seis meses. Y no la desaprovechó . El injerto por parte de AFA para que asciendan diez equipos desde la B Nacional, le proporcionó al Torito la oportunidad histórica de obtener dos ascensos en menos de un año.

Doce meses después de aquella conquista obtenida de la mano de Pablo Guede, la situación es diferente. El equipo de Mataderos estuvo diecinueve fechas sin conocer la victoria y recién en su vigésimo partido pudo sumar de a tres. Parecía que la mano podía cambiar ya que logró otro triunfo de manera consecutiva pero las posteriores derrotas ante Lanús y River, dejaron a los dirigidos por el Yagui en una situación límite.

Con apenas 14 puntos en veintitrés partidos, producto de dos victorias, ocho empates y trece derrotas, Chicago se encuentra último junto a Crucero del Norte. Dirigido por tres entrenadores distintos a lo largo del todo el torneo (Omar Labruna, desde el inicio hasta la séptima fecha, Alejandro Nanía, desde la octava hasta la doceava y el mencionado Forestello desde la décimo tercera en adelante), el equipo de Mataderos no encuentra el rumbo y todo parece indicar que será uno de los equipos que juegue en la B Nacional el próximo año.

Para intentar dar un último manotazo de ahogado, el DT haría apenas dos cambios en relación al once que perdió ante el Millonario. Federico Lanzillota ingresaría por Nicolás Tauber, quien debió abandonar la práctica por una sobrecarga en el isquiotibial de su pierna derecha y la vuelta de Fernando De La Fuente en lugar del expulsado Damián Lemos.

El equipo para recibir a Argentinos, el próximo sábado a las 14 en el República de Mataderos, sería: Lanzillota o Tauber; Marcos Galarza, Abel Masuero, Nicolás Sainz, Mauricio Arias; Matías Vega, De la Fuente, Alejandro Gagliardi, Sebastián Grazzini; Mauricio Carrasco y Lucas Baldunciel.