Con lo justo
09 de mayo de 2018
A Argentinos no le sobró nada y derrotó con lo justo a Independiente de Chivilcoy en Junín y accedió a 16avos de final de la Copa Argentina. Fue por 2 a 1 con goles de Alexis Mac Allister y Damián Batallini.

Un partido que debía ratificar el campañón del equipo de Berti casi termina en papelón. Quedó en susto y Argentinos logró pasar de ronda con un gol agónico.
El primer tiempo, sólo una vez asentado el partido, fue la representación de lo previsible. Argentinos proponiendo e Independiente cerrando (con muchas deficiencias) los espacios. Más allá de unas cuantas desatenciones propias, quizás producto de excesiva confianza o falta de atención, el fondo del Bicho casi no sufrió. A la hora de atacar se extrañaron las subidas de Sandoval. Batallini y Cabrera, con la precisión y postura ofensiva de Alexis fueron las armas más efectivas para vulnerar la defensa rival.
Pero las más claras llegaron desde el tiro de esquina. Primero, el gol de Batallini a los 22 minutos: un cabezazo muy cómodo que terminó en el fondo de la red. Luego, Barrios cabeceó ancho, Acebedo le negó el segundo a Damián y Mac Allister casi la manda a guardar desde el córner. Sobre el final de la parte inicial, el arquero del conjunto de Chivilcoy tapó un muy buen remate de Alexis en primera instancia y le negó el grito a Batallini en el rebote.
Argentinos se iba al entretiempo con la tranquilidad (equivocada acaso) de haber denotado superioridad, haber creado chances de gol y estar arriba en el marcador. Pero el complemento trajo consigo una dinámica completamente distinta y, sin dudas, la peor cara del equipo de Berti.
El técnico decidió arrancar el segundo tiempo con dos cambios en la alineación. Nico González reemplazó al autor del gol (y mejor jugador hasta entonces) y Pisculichi ingresó por Machín, de aceptable performance. Pero no resultaron favorables. Independiente salió con todo y Argentinos comenzó a parecer cansino y falto de ideas, sobre todo en la salida con pelota a partir de la ausencia del capitán.
A los 12 minutos de la segunda parte, Pereira filtró un pase a las espaldas de Benítez y Pacheco no desaprovechó la desatención: corrió y le cruzó la pelota al segundo palo a Lanzillotta para sorprender a todos e igualar el tanteador. Sin hacer mucho, el equipo de Chivilcoy ponía a Argentinos en apuros: tenía la obligación de buscar el partido y el manojo de nervios no ayudaba. Independiente se dedicó minuciosamente a robar tiempo y cerrar espacios y el Bicho encontró pocas respuestas ante la adversidad.
Piscu no terminó de entrar en partido, de hecho tuvo un bajo rendimiento y hasta su especialidad, la pelota parada, le falló. Nico demostró, una vez más, que su mejor versión se encuentra cuando ronda la zona de fuego (como centrodelantero o falso nueve) y no como extremo, posición que hasta le incomoda. Cabrera sin espacios expuso sus limitaciones y Barrios pareció falto de roce y no acertó en varias decisiones. Kevin no aportó en las pasadas al ataque y dejó huecos en el retroceso pero Benítez se empeñó en demostrar por qué el hermano Mac Allister es el lateral izquierdo titular aun con el perfil invertido: todas las desatenciones provinieron de su costado.
Un puñado de futbolistas impulsaban al equipo pero el colectivo no terminaba de conectar. Barboza tuvo un ingreso fenomenal; le aportó ritmo y profundidad al equipo con su gambeta corta y su visión de juego. Nehuen Pérez tuvo un debut sólido (que obliga al hincha a preguntarse por qué no él y sí Bojanich) y Saiz lo supo acompañar. Montero, como de costumbre, casi no tuvo errores, ni en la entrega ni en la marca. Pero el más influyente fue siempre Alexis, desde la pegada, el pase filtrado y la gambeta.
La profundidad tan intrínseca del equipo de Berti brilló por su ausencia en los minutos finales. Argentinos se quedó entre él toqueteo en el fondo y el pelotazo impreciso: las únicas dos llegadas de riesgo fueron un remate de lejano de Alexis y un mal pase que casi deriva en gol en contra. Pero en el tercero de los cinco minutos adicionados, llegó el desahogo. Saiz levantó una pelota, González (adelante de Barrios) peinó la pelota y Alexis Mac Allister entró al espacio como una flecha, pisó el área y sacó un zurdazo raso que pasó entre las piernas de Acebedo.
Argentinos ganó y clasificó a 16avos de final en donde esperará por Defensa y Justicia o Mitre -SdE-. Además de la clasificación, los jugadores posaron con un cheque -simbólico- de $560.000, monto que significa una mano económica a la institución. Pero lo cierto es que el partido en sí es para el olvido. Por la displicencia con que se jugó, por el susto que significó y por los bajos rendimientos. El domingo hay una final en el Amalfitani y la confianza en el plantel sigue intacta: ¿afectarán estos rendimientos la rígida formación ideal de Berti?