Corazón de campeón
05 de marzo de 2018
Los pasamos por arriba. Les dimos una paliza de principio a fin. Argentinos derrotó 2-0 a Boca en el Diego Armando Maradona con goles de Aléxis Mac Allister en el primer tiempo y Damián Batallini en la etapa complementaria. El planteo de Alfredo Berti salió a la perfección y no tuvo una sola fisura. Todos los jugadores jugaron de seis puntos para arriba y en ningún momento se notó el poderío Xeneize. De esta manera, el "Bicho" alcanzó los 27 puntos y se encuentra a una sola unidad de ingresar a la Copa Sudamericana 2019. Se viene Independiente en Avellaneda y llegamos dulces. A ver como nos va...

Nos veníamos preparando mentalmente para esta fecha. Siempre cuando el fixture sale a la luz, lo primero que vemos es cuando nos toca Boca o River. También San Lorenzo o Vélez, no vamos a negarlo, pero jugar contra los dos equipos más grandes del país tiene un condimento extra. Es ese deseo de querer hacerles entender que nosotros, un club humilde y de barrio, supimos llegar a las máximas de las glorias. Y jugarles a muerte. Y ganarles. O perder, cayendo dignamente. El partido de esta noche con Boca representaba mucho. En primer lugar, porque la obligación de ganar era imperiosa, ya que después de tres partidos sin cosechar triunfos, la pacienca y las dudas aparecen por todos lados. Y más si tu nivel era muy pobre. Y entonces, allí estuvimos. Parados frente al puntero de la Superliga. Con los guantes y el overol puesto. Listos para dar batalla.
Alfredo Berti entendió que el equipo necesitaba cambios. Empezando de abajo para arriba, claro. Por eso, sorprendió a varios y colocó a Kevin Mac Allister en lugar de Guille Benítez, de muy flojas actuaciones en las fechas pasadas. Y en el medio, ante la ausencia prolongada de Pisculichi, el DT se la jugó por Aléxis Mac Allister, en vez de seguir con Barboza como titular. Esos cambios de apellido, más un planteo que se basaba en ahogar a Boca y quitarle la pelota en todos los rincones de la cancha, hicieron que para Argentinos la noche fuera inolvidable. Porque lisa y llanamente, el "Bicho" aplastó al "Xeneize".
Desde el minuto uno, Argentinos se lo comió vivo. No lo dejaba pensar ni jugar. Lo único que hacía Boca era equivocarse. Errar pases, cometer faltas. Ni siquiera podía dar tres pases seguidos. Toda esta presión, comandada por Machín y Montero, hicieron que el "Bicho" empiece a crecer y a jugar con la desesperación de la visita. Los hermanos Schelotto se miraban preguntándose qué estaba ocurriendo. Cómo era posible que Argentinos tenga un dominio absoluto. Y seguramente se lo deben seguir preguntando.
Ya de arranque, a los nueve minutos, llegaría la primera emoción de la noche. Pelotazo largo para González peinó anticipándo la marca de Heredia, Cabrera recibió en la derecha y envió un centro magistral para la llegada solitaria de Aléxis Mac Allister que solo tuvo que definir de manera sutil al palo izquierdo de Agustín Rossi. Lejos de refugiarse, Argentinos siguió con su intensidad y seguía anulando el juego de Boca. El equipo de Guillermo tuvo una sola chance en el primer tiempo en los pies de "Wanchope" Abila, pero Lucas Cháves demostró que sigue en un momento fantástico.
Machín robaba pelotas, Montero anticipaba cada pase al "Bebelo" Reynoso o Cardona, Sandoval y Kevin eran dos locomotoras por los costados, los extremos presionaban las salidas de Heredia y Vergini, Torrén y Bojanich no mostraban grieta alguna en el fondo. Básicamente, un primer tiempo perfecto. Pero el desgaste existió y en el segundo tiempo Boca se iba a venir.
Para los segundos 45 minutos, Guillermo mandó a Maroni en cancha para tener más la posesión de la pelota y ser aún más profundo. Y si bien el juvenil de Boca le dio más aire al equipo, cada intento visitante era respondido por una defensa que se mostraba segura sin titubear. Nadie fallaba, todos acertaban.
Casi llegando a los 20 minutos, la sociedad González - Aléxis volvió a aparecer. Entre los dos armaron una pared bárbara para dejar desarticulada a la defensa de Boca, y cuando Mac Allister podía haber definido, el "28" leyó un pase que hasta los relatores de radio y televisión nunca decifraron. Toque a la izquierda y Batallini solo tuvo que empujarla suavemente. La Paternal era una fiesta mientras los cantos contra Tévez, el Presidente Macri y a favor del equipo no cesaban. Todo salía perfecto y hasta parecía que el puntero del campeonato era Argentinos y no Boca.
Guillermo, aunque intentó con Pablo Pérez, ya se sentía vencido y el partido era todo de Argentinos. Lujos por doquier, como un caño precioso de Batallini a Nández. La lógica en el fútbol volvió a romperse y el "Bicho" se iba a llevar tres puntos de oro.
Fue final en La Paternal. Argentinos, jugando su mejor partido de la Superliga, venció a Boca 2-0 y le cortó el invicto del 2018. Volvió a demostrar que este grupo es de hombres no se achica ante nada y como dije en el posteo anterior con Talleres, en las malas van a aparecer. No quedaron dudas.
Se viene Independiente en Avellaneda. Visitamos al equipo que mejor juega en el país. Un desafío intersantísimo para ver si estamos a la altura. Para confirmar que esto con Boca no fue casualidad. Para seguir soñando con entrar en una Copa. Para olvidarnos del descenso definitivamente. Será duro y la lógica nuevamente no está a nuestro favor. Iremos a poner la cabeza en la guillotina. Habrá que ver si está afilada. De momento, celebremos este partido que nos debíamos hace tiempo. Salud, Argentinos. Y gracias por otra noche mágica en el Templo del Fútbol Mundial.
¡VAMOS, BICHO!