45 minutos para cada uno. En la primera parte, el local tuvo varias situaciones para ampliar el marcador pero siempre se encontró con un Federico Lanzillotta que fue fundamental para que su equipo sólo reciba un gol. En la segunda etapa, la visita logró afianzarse en el campo, aprovechó el bajón del rival y, mediante el juego que lo caracteriza, logró llegar al empate.

Más allá de lo que fue el encuentro, hubo una acción que pudo haber torcido el trámite del juego. El duelo se moría, tiro libre para el "Bicho", centro de Iván Colman, cabezazo de Nicolás González (adelantado junto con más compañeros) al travesaño, pensando que la maniobra estaba anulada, el arquero Ignacio Arce se queda inmovilizado reclamando, Sebastián Martínez toma el rebote y convierte con una tremenda volea. El árbitro Gastón Suarez sale corriendo en sentido a la mitad de la cancha convalidando el tanto. Inmediatamente, uno de los líneas, Alejandro Mazza, llama al juez principal para comunicarle que había offside del defensor uruguayo. Jugadores, Gabriel Heinze y demás, fueron a protestar porque la anotación había sido convalidada, en primera instancia. Todo quedó como estaba, el marcador finalmente no se modificó, pero lo cierto es que la terna arbitral quedó envuelta en un papelón.

Los de La Paternal estuvieron al borde de traerse una enorme victoria. Quizás la jugada estuvo bien anulada pero el manejo de los que estaban encargados de impartir justicia no fue el mejor. A lo largo de este interminable torneo quedó demostrado que una fecha te pueden favorecer y otra no. Todavía queda mucho camino por recorrer y el "Bichito" tendrá la chance de reencontrarse con el triunfo la próxima fecha, en casa, ante Estudiantes de San Luis.

FOTO: @prensacrucero