Pasión Paternal

Derrota con signos positivos


13 de enero de 2018

Pablo Cabrales - @pablitocabrales

Argentinos cayó 2-1 ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro con goles de Nicolás Blandi y Franco Moyano, ambos en el segundo tiempo. Nicolás González descontó sobre el final con un lindo gol de cabeza. En un partido muy parecido al del torneo, el "Bicho" fue prolijo en la primera mitad y más picante en el complemento hasta el primer tanto del local. Después de ahí, su nivel diluyó y fue un justo perdedor. Alfredo Berti pudo ver en acción a varios jugadores mientras espera por Lucas Barrios y un defensor más para reforzar la salida de Joaquín Laso.

Comenzó la actividad futbolística del 2018 para Argentinos. El primer rival, una prueba compleja: el San Lorenzo del Pampa Biaggio, único escolta de Boca en el torneo. Para este partido, Berti planteó un mix de jugadores con la intensión de probar apellidos y esquemas, sin importar el resultado final. El primer equipo que paró fue: Cháves; Kevin, Torrén, Piovi, Benítez; Machín, Francis; Pisculichi; Cabrera, González y Batallini. No solo hubo algunas sorpresas en el armado, sino que también en el esquema, ya que el "Bicho" jugó con un 4-2-3-1 bien marcado, desplazando al siempre vigente 4-3-3. 

Como cualquier partido de pretemporada, se notó a los jugadores de Argentinos lentos, imprecisos y por momentos ahogados. Aún así, mostró sus credenciales habituales, intentando presionar al rival y a la vez buscando el juego colectivo que más lo caracteriza. Por momentos el trámite era aburrido y previsible, pero el "Bicho" tuvo sus chances para ponerse en ventaja. Primero en los pies de Cabrera tras un pase de Pisculichi y luego González en una gran escalada de Benítez por izquierda. Ambos mano a mano fueron desperdiciados.

En el complemento Berti metió los seis cambios. Adentro Cavallotti, Sandoval, Mosevich, Montero, Alexis y Colman. Argentinos cambió y cambió para bien. Empezó a mover la pelota con inteligencia y tuvo otra situación en los pies de Cabrera que volvió a malograr. San Lorenzo estaba desconcertado y solo era espectador. No obstante, volvió el problema de siempre. A los 20 minutos, corner desde la derecha para el "Ciclón", pelota al primer palo ejecutada por Belluschi, anticipo de Blandi y a cobrar. Después de ahí, el "Bicho" se pinchó y no pudo generar más nada. Los minutos pasaron y el equipo de Biaggio se encontraría con el segundo gol en los pies del juvenil Moyano, luego de una flojísima respuesta de Cavallotti. Sobre el final, Nico González descontaría con un golazo de cabeza por medio de un centro del uruguayo Cabrera. 

Fue final en el Bajo Flores. El resultado es anecdótico. Lo importante era volver a tomar confianza, juego y piernas. La carne aún no está en el asador. Porque la estrella del equipo no está entrenando, y porque uno de los mejores arqueros del país se está poniendo a punto. Las señales son buenas y vendrán bien los próximos compromisos para ver dónde estamos parados. Pero tampoco se puede mirar para otro lado. Hay defectos que siguen apareciendo y parecen no corregirse. Más precisamente, la pelota parada y la definición en jugadas claras. Más allá de eso, hay que tener aciencia, tranquilidad y esperanza. Vamos por buen camino. 

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