Ni el más optimista hubiese imaginado esta situación para un equipo que, principalmente, apuntaba a la pelea por mantenerse en Primera. Humildad y pies sobre la tierra, algo que a este plantel y cuerpo técnico le sobra, y es uno de los pilares fundamentales para que el equipo esté en la situación en la que se encuentra a estas alturas del torneo. Falta mucho, pero como de costumbre, este equipo nunca te deja a gamba a pesar de las diferentes falencias futbolísticas que pueda tener. Cosechó tres puntos en un encuentro complicado que hasta podría haberse presentado con un escenario desfavorable sobre todo en el arranque de la segunda parte.

En los primeros momentos del encuentro se lo vio a Argentinos adueñándose de la pelota y yendo a presionar constantemente a la T, pero esta condición del encuentro no duró mucho más. El equipo cordobés empezó, de a poco, a aplicar su estrategia de juego siendo más vertical en busca de sus delanteros a partir de pelotazos a la espalda de la defensa pero sin lastimar debido a que fueron jugadas que no prosperaron.

Si bien no fue una primera parte en la que abundaron las situaciones de riesgo para ambos, el “Bicho”, más allá de algún pelotazo intrascendente buscándolo como de costumbre a Santiago Silva y de un remate de media distancia de Fausto Vera, no pudo generar situaciones a partir del juego. Donde sí supo provocar una preocupación mayor en su rival fue en la vía de la pelota parada a partir de un tiro libre muy bien ejecutado por Miguel Torrén tras una falta cometida sobre Francis Mac Allister cerca de los 40 minutos de esta etapa, aunque la respuesta del arquero Guido Herrera fue lo suficientemente buena como para evitar el primer tanto de un Argentinos que mantuvo esa presión desde el inicio para cortarle los circuitos de juego al equipo de Alexander Medina.

Estos primeros 45 minutos no estuvieron exceptuados de la polémica por un posible penal que no fue cobrado a favor de los de Dabove tras un rebote en el defensor de la T Javier Gandolfi que, a primera instancia, pareció ser mano.

Ya en el complemento, el “Bicho” arrancó complicado. Talleres se le vino encima y generó ocasiones claras de gol con un mano a mano de Nahuel Bustos que salvó Lucas Chaves y un tiro que pegó en el palo tras un remate de Dayro Moreno que vino de la mano de un contraataque de los visitantes.

Buscando torcer el rumbo del partido, Dabove metió a Diego Sosa en lugar de Romero, que no tuvo su mejor partido. De ahí en adelante Argentinos fue de menor a mayor en los minutos restantes, y justamente en ese crecimiento, el equipo se pudo encontrar con el gol a los 21 de la segunda mitad con el Tanque Silva metiendo una increíble asistencia mediante un pase filtrado para dejar al Demonio Hauche mano a mano con el arquero y que pueda definir ante un Herrera que salió desesperado a tapar al goleador del encuentro.

Los cordobeses sintieron el golpe y no volvieron a generar los mismos peligros que en el primer tramo del segundo tiempo, y este bajón del rival Argentinos lo tradujo en su superioridad mostrándose como el equipo protagonista y empezando a encontrar los espacios que hasta ese momento no habían aparecido. Además del ingreso de Sosa, también sumaron minutos Matko Miljevic en lugar de Hauche, y Fausto Montero por el Pelado Silva sobre los momentos finales.

Como viene siendo en la mayoría de las ocasiones, Argentinos muestra una gran efectividad en ataque convirtiendo siempre en las situaciones que genera por partido que no son muchas. Ahora, seguramente después de algunos festejos por ser dueños de la punta del torneo nuevamente en soledad por lo menos por unas horas, el equipo deberá pasar la página y empezar a pensar en su próximo duelo que será en Florencio Varela ante un Defensa y Justicia que, si bien no es el mismo de la Superliga pasada, siempre puede complicarte de alguna manera.