Pasión Paternal

El debut menos esperado


27 de julio de 2016

Julian Micheles - @julimicheles

En la presentación de Gabriel Heinze en el banco de Argentinos, el Bicho quedó eliminado de la Copa Argentina en los penales ante Laferrere, de la C. Braian Romero abrió la cuenta a los pocos segundos de juego pero antes del descanso llegó el empate en una desatención en el área de Lanzillota. En el complemento Lenci tuvo el triunfo en un penal pero el arquero le detuvo el remate. Heinze cambió de arquero para la definición desde los 12 pasos, la apuesta de Trípodi no salió y el festejo no pudo ser.

Imposible no recordar las pésimas sensaciones del semestre pasado. Donde todo se hacía cuesta arriba. Donde todo parecía imposible. Donde la moneda nunca caía para el lado de Paternal. El descenso obligó a hacer un cambio de chip. Un borrón y cuenta nueva, pero la tarde noche de Temperley pareció haberle abierto la puerta a los fantasmas del pasado.

Y eso que todo había arrancado de maravillas. Apenas un puñado de minutos, corrida en diagonal de Nicolás Gonzalez, la apuesta de Heinze, habilitación a Braian Romero y definición deluxe abriendo el pie para que la trayectoria de la pelota fuera imposible para el arquero y el balón entrara contra el palo. La superioridad era notable. A Laferrere le costaba horrores tener la pelota e inquietar al fondo de Argentinos. Apenas por un error en la salida tuvo una chance el conjunto de la C, pero no siquiera preocupó.

Argentinos no estaba del todo fino en los últimos metros pero con la velocidad de Romero por un lado, y Batallini y Gonzalez por el otro parecía que podía sacar ventaja en cualquier momento. De hecho pudo haber aumentado en dos oportunidades que fueron cortadas con polémicas: una un claro penal sobre el debutante por parte del arquero, y otra una falta sobre Batallini que ganó en velocidad y se iba derecho mano a mano con el arquero cuando lo bajaron de atrás.

Estaba todo controlado, hasta que en uno de los pocos avances a la salida de un lateral un centro agarró mal parada a la defensa en el área, la pelota picó y tras un control, Mauro Bustos saco un fierrazo que se clavó junto al palo para igualar inmerecidamente el marcador.

El segundo tiempo de Argentinos no fue bueno, pero así y todo tuvo chances inmejorables como para volver a ponerse en ventaja y terminar el partido de una vez por todas, pero entre Lenci y Romero desperdiciaron situaciones muy claras y el 9 contó con la inmejorable chance de un penal tras una infantil mano de un defensor rival tras un buen centro de tres dedos de Batallini, pero el arquero le atajó el previsible remate que ejecutó el ex Juventud Unida.

Los últimos minutos del juego encontraron a un Argentinos sin capacidad de romper el empate, modificaciones que no cambiaron el partido del Bicho y un callejón sin salida hacia los penales. Con una pequeña -gran- incidencia. A los 47 del segundo tiempo, sorprendentemente Heinze mandó a la cancha a Emanuel Trípodi por Federico Lanzillota.

La apuesta no le salió para nada bien al entrenador, debido a que el arquero recién llegado al Bicho no solo no atajó ningún penal, sino que se tiró siempre a su derecha y los cuatro tiros fueron a su izquierda sin fallar. En tanto, para Argentinos Lenci volvió a errar -esta vez con un remate fuerte al palo-, Piovi, Torren y Freire metieron, pero en el último el arquero le adivinó la intención a Romero.

Logicamente el encuentro dejó muchísimos aspectos de análisis y lo bueno es que a pesar del resultado no son todos negativos. La propuesta en el primer tiempo pareció tener buenos fundamentos y ser esperanzadora.

Era imposible que en el primer partido el equipo fuera una orquesta, con solo dos amistosos y a un mes del primer entrenamiento, pero da la sensación que si se sigue trabajando el esquema y se encuentran los nombres necesarios para cada posición la cosa puede funcionar.

De la otra mano, Heinze falló a la hora de hacer los cambios -deja vu del semestre pasado- y también pareció haber quedado mal armado el banco de suplentes. Ni hablar que decidió jugarsela por Trípodi en una apuesta muy arriesgada donde podría haber tenido mucho para ganar si salía bien, pero termina quedando como parte responsable de la actuación del equipo en la definición desde los 12 pasos.

Era importantísimo empezar la temporada ganando, por el rival, la circunstancia, lo económico y lo psicológico, y por eso queda una sensación totalmente amarga. Pero la 2016/2017 será muy larga en busca del único y principal objetivo, y cuando empiece a pasar la calentura habrá que quedarse con los detalles positivos de un primer partido como lo fue el empate que terminó siendo derrota. El Ciclo Heinze no comenzó de la mejor manera, pero mostró sintomas de que con trabajo y paciencia puede terminar de la forma deseada, y a eso hay que apuntar.

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