Pasión Paternal

El valor agregado


06 de agosto de 2018

Joaquín Donati - @DonatiJoaquin

Alfredo Berti estrenó oficialmente, en la victoria de ayer ante Defensa y Justicia, a tres de las flamantes incorporaciones del Bicho. Maidana completó los noventa minutos, mientras que Bobadilla y Junior Benítez fueron reemplazados en el segundo tiempo.

Nuevas caras, misma hambre. A pesar de las bajas y las incorporaciones, en planos generales, el equipo de Alfredo Berti parece ser el mismo: un equipo compacto, que propone presión alta y ataques directos. La formación es la misma y la idea de juego también. Sin embargo, la peculiaridad de los refuerzos que debutaron ante el Halcón, revelaron nuevas fortalezas y debilidades en el Bicho.

 Raúl Bobadilla es responsable por la más evidente de las nuevas fortalezas. Su porte físico, su estatura y su oficio, facilitaron una nueva vía para el equipo de Berti, que lo buscó como nueve de referencia en laterales y pelotas largas. Si bien no mostró ser el más dúctil para el juego con los pies, sí reveló ser un interesante pívot para el equipo, bajando pelotas y ampliando espacios. Su espíritu combativo, que lo diferencia de Lucas Barrios, lo llevó a sufrir un golpe muy fuerte y debió abandonar el campo, dejándole su lugar a un joven de condiciones similares, Gastón Verón.

 El otro refuerzo que formó parte del equipo titular pero no terminó los noventa fue Óscar Junior Benítez. Recostado sobre la banda, el ex Boca fue el equivalente a Javier Cabrera para el esquema de Berti. Un jugador con mucha gambeta, capaz de llegar al fondo y tirar centros con sentido. En un cero a cero con poca acción en los tercios finales, un revulsivo Benítez tranquilamente podría ocupar el puesto de mejor jugador de la cancha, por su capacidad individual para herir a la defensa de Beccacece.

 El eslabón más flojo, no sólo de los recién incorporados, sino de la estructura en general, fue el lateral izquierdo Mauro Maidana. Al igual que Montero (de buen rendimiento), se trata de una apuesta de Berti, que lo dirigió en su paso por Independiente Rivadavia de Mendoza. En el mejor de los casos, se trata de un debut en falso, pero lo cierto es que Maidana mostró limitaciones para jugar con los pies y asociarse, del mismo modo que su ausencia en el ataque generó desventajas. En el costado defensivo, poco -si hay algo- para reprochar: firme en los despejes y el juego aéreo.

 El de ayer, además de valer $ 970.000 y una chance más para entrar a Copa Libertadores, fue un encuentro para evaluar cómo y para qué está esta nueva versión de Argentinos Juniors. El balance, al margen del triunfo por penales, es positivo. El de Berti probó ser un equipo que mantiene estructura e identidad, con el valor agregado de algunos atributos individuales. Pero sobre todo, muchas ganas.

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