Una tarde rara en Junín. Más allá de que el objetivo se cumplió, el nivel de Argentinos fue muy peculiar. En la primera mitad, sin ser descollante, mereció más del 1-0. Pero en el segundo tiempo, fue tan malo lo que hizo que hasta por momentos mereció perder el encuentro.

En ese momento difícil del partido, cuando ya estaba igualado el marcador en uno, a Berti le quedaba una sola modificación. Entonces, de manera acertada, el entrenador puso a Barboza en lugar de Fausto Montero. El "5", con todo el potrero encima, tomó la manija del equipo inmediatamente. Y si bien no le cambió la cara a nivel colectivo, desde lo individual mostró todo su talento. ¿Qué me hace pensar? Que debe ser titular en el último partido de la Superliga ante Vélez. Porque un clásico hay que ganarlo con juego y agallas. Y Facundo tiene todo lo que necesitamos.

Está claro que Berti no lo tuvo muy en cuenta. Por no decir nada. Más allá de que siempre dijo en conferencia que estaba en consideración, apenas jugó un solo partido de titular y algunas entradas en los segundos tiempos.

Barboza es fútbol. Barboza es magia. Está a la vista que con su potencial nos puede dar muchísimo. Solo espero que Berti se avive de una vez y no eche a perder a una de las máximas esperanzas del Semillero. Grande, Facu. Todo va estar bien. 

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