¡POR FIN! Pasó tanto tiempo desde aquel empate con Vélez en el Amalfitani. Y en el medio, también muchas novedades. La repentina ida de Barrios, la venta de Nico González, la emigración de Javi Cabrera al fútbol méxicano, la llegada tempranera de Raúl Bobadilla, las apuestas de Illanes, Maidana, López, Toledo; la sorpresa de Junior Benítez y tantas cosas más que sacudieron a nuestro "Mundo Bicho".

Nuestra vida futbolística ha cambiado mucho en estos últimos años. Más que nada a partir del ascenso obtenido con Gabriel Heinze. Se ha formado una mentalidad ganadora acompañada de una gestión honesta y trabajadora. Conformarnos con lo ya hecho sería de mediocres, porque todos sabemos que un club como Argentinos Juniors merece y debe pelear cosas importantes siempre. Con su impronta, con su filosofía, con sus pibes, con su sello. Hoy estamos en 16avos de Copa Argentina. Algo que no sucedia hace ya varias ediciones. Y si bien el rival es muy peligroso, jugar esta clase de partidos nos va hacer mejor. Porque siempre hay que jugar contra los más poderosos. 

Con la pretemporada ya en el pasado, Alfredo Berti probó en sus amistosos un equipo parecido al que cerró el campeonato. Obviamente tratando de cubrir los huecos que dejaron jugadores importantes como González, Cabrera y Barrios. El equipo, como suele hacer, no está confirmado. Pero hay certezas indudables. Cháves seguirá siendo el arquero. La defensa, a priori, no se toca. Excepto por le ingreso de Mauro Maidana en lugar de Kevin Mac Allister, todavía recuperándose de su lesión. En la mitad, Montero y Machín volverán a ser socios. En la gestación, la duda es Pisculichi o Aléxis. Haciendo eco del pensamiento de muchos, el más chico de los Mac Allister es favorito, pero nunca hay que olvidar que compite el puesto con uno de los mejores jugadores de nuestro fútbol, que puertas adentro, dicen, hizo una muy buena pretemporada. La zona ofensiva cambió y llevará un tiempo de adaptación. El tándem Batallini, Bobadilla y Junior Benítez es totalmente nuevo. Y para que aceite, deberán equivocarse, acertar y todo lo que conlleva una química de tres puntas. 

Defensa y Justicia viene demostrando hace años que no va negociar su forma de jugar. Pelota al piso, tenencia y agresividad. Ya lo padecimos hace algunos meses en el Maradona, que si bien nos llevamos el triunfo, sufrimos bastante su juego vistoso y horizontal. Sin embargo, tenemos armas de sobra para hacerles frente y ganarles. Y si eso pasa, acá el asunto se pone interesante. Lógica o no, con una victoria los octavos de final se perfilan "sencillos". El rival saldría de Deportivo Maipú o Temperley. Y después de eso, una prueba de fuego con San Lorenzo, Colón o Estudiantes. Esta Copa es hermosa de jugar y lo que Argentinos debe hacer es competir hasta el final. No rifarla como ha pasado en otros años. Toda la carne al asador, todo el esfuerzo posible, todo el trabajo en el campo. 

Hace algunos años, cuando descendíamos en la cancha de Atlético de Rafela, nadie hubiera imaginado este presente. Primero por lo futbolístico y segundo por lo Institucional. Pero señores, déjenme decirles que cuando más golpean a este cuadro, más fuerte volverá. Y volvimos para quedarnos. Somos un rival incómodo, con talento, con hambre, con trabajo y con mucha humildad. Este grupo se prometió pelear algo importante. Ganar o no, ya será cosa del destino y de lo bien que lo hagamos en cancha. Pero pelear cosas es algo que todos nos habíamos olvidado de sentir. Y ahora que está sucediendo, hay que estar preparados. Argentinos y Defensa y Justicia. Defensa y Justicia y Argentinos. A ver qué tal nos va en nuestro primer gran desafío del año.