Claro que el fútbol se trata de ganar. Porque eso determina si te vas de la cancha triste o alegre, si arrancas la semana de buen humor o con cara de culo. Pero hay algo más. Hay otra cosa. El hecho de tener una idea. De saber a qué vas a jugar, respetarlo a lo largo de todo el partido y superar así a tu adversario de principio a fin. Entonces ahí no solo te vas a volver a tu casa alegre por un 1-0, a pesar de que estés mojado y probablemente con hambre. Porque también, además de esa alegría que será efímera, de un día, dos, o quizás hasta el próximo partido, también vas a tener ilusión. La ilusión de que esa alegría se dé en la mayoría de las siguientes semanas de acá al final de la temporada y eso te lleve a lograr el objetivo de base, que no es ganar un partido, sino volver a Primera.

En apenas su segundo partido en el campeonato, Argentinos demostró que sabe a qué juega. Hoy, quizás, con el esquema favorito de Gabriel Heinze. Ese 3-4-3 con una defensa que estuvo tan firme como confiada para iniciar cada jugada del equipo, un doble cinco que se ve complementado por la capacidad de marca y juego, dos carrileros que van y vienen y tres delanteros enchufados. Y eso que todavía el DT no tiene a su disposición a todos los jugadores. Pero que un equipo en formación brinde semejante muestra de claridad futbolística es algo que pocos logran no solo en la B Nacional, sino en todo el fútbol argentino.

Debió haber sido más holgada la victoria y seguramente lo hubiese sido si en el primer tiempo Fydriszewski no se apuraba a rematar, si el travesaño no le negaba el festejo a Mac Allister o si alguno de los tantos avances del complemento terminaba adentro de la red para no terminar repitiendo la historia de Tucumán. Que para ser sinceros, y solo por esas cosas del fútbol donde se gana nada más que metiendo la pelota en el arco rival más veces que el contrario, bien se podría haber repetido el empate ante San Martín, aunque esta vez hubiera sido completamente injusto. Porque en la única jugada de riesgo creada en todo el partido por la visita, un mal cabezazo salvó a Argentinos de no irse del DAM masticando bronca. Una pelota, tirando por la borda todo lo hecho por el Bicho en 90 minutos. Definitivamente no debería pasar si lo que se quiere es llegar a la recta final en la conversación por uno de los boletos a Primera.

El 1-1 hubiera sido tan sorpresivo como inmerecido. Pero el bombazo de Romero alcanzó para materializar todo eso que en el fútbol va más allá de acertarle al arco. El Argentinos de Heinze tiene con qué ser candidato de esta B Nacional, pero ¿saben qué? Deberá jugar de esta manera 10 partidos más. Y después mantenerlo 10 más, y después 10 más para finalmente disputar otra decena de partidos jugando como ante Crucero. Es larguísimo esto. Al que mañana agarre los resultados de la fecha y vea que Argentinos le ganó 1-0 a Crucero no le dirá mucho. Pero para los que vieron cómo fue ese 1-0, sabrán que se trata de mucho más que tres puntos...
 

Foto: Estudio William Barbosa