No está muerto quien pelea
14 de abril de 2018
Argentinos cayó injustamente en Parque Patricios por 1-0 con gol de Israel Damonte a los 35 minutos de la etapa complementaria. Si bien el "Bicho" no fue descollante, en su mejor momento del partido cometió un error en defensa y lo pagó caro. Más allá de la derrota, la mentalidad y el objetivo sigue siendo el mismo: clasificar a una Copa Internacional. El viernes contra Olimpo en el Diego Armando Maradona es una oportunidad de oro para dejar este mal trago atrás. Un tropiezo. Solo eso.

Cuando peleas el descenso tenés miedo. Cuando peleas algo importante como un campeonato o una clasificacion a alguna Copa tenés ansiedad. Y ayer, Argentinos, si hubiera estado más sereno y enfocado en lo que debía hacer, el partido lo ganaba. Porque al menos para mí, se notó ampliamente la diferencia que hoy tenemos con Huracán. Que ojo, no voy a desmerecerlo, porque si ya llegó a los 40 puntos algún mérito debe tener. Pero en cuanto a potencial, no cabe duda que los dirigidos por Berti son mucho más. Aunque en el fútbol, a veces, eso poco tiene que ver.
La noche en Parque Patricios se presentaba fría pero con la ilusión de ganar para estar cada vez más cerca del objetivo. Alfredo Berti dispuso dos cambios obligados por las suspensiones de Montero y Sandoval. Ingresaron Saiz, corriendo a Torrén de lateral derecho, y Aléxis Mac Allister, para jugar al lado de Machín. El resto, los mismos que le ganaron a Unión.
Le costó mucho a Argentinos adaptarse al juego en el inicio. Huracán, con Damonte, Calello y Bogado en la mitad, realizaba un trabajo fantástico en la mitad y le negaba cualquier espacio a Pisculichi para generar juego. Y eso es lo primero que falló en el "Bicho". La creación. La gestación. Éste equipo si no tiene la pelota, si no la maneja con criterio, va sufrir. Porque está diseñado para atacar, y tal vez, la defensa, no sea su mayor arma. Hablábamos de Pisculichi. La realidad es que sabemos de la jerarquía de Leo, pero hoy, para éste esquema de juego, es el más perjudicado. En la primera mitad de campeonato, el "18" fue el mejor del equipo. El más desequilibrante. ¿Por qué? Cambiaba el escenario del partido con su ingreso en la segunda mitad. Ya sea para resolver la ecuación, o para mantener lo realizado. Hoy, de entrada, demuestra que no puede jugar. Que no está cómodo. Mismo caso para González, la revelación de este equipo. "Nico" se acostumbró y nos vislumbró a todos jugando en posición de centro-delantero. Con movilidad, chocando con los centrales, tirando diagonales. No obstante, hace dos partidos que Berti lo aisla en una punta y no puede mostrar su mejor versión. Y acá entra la ausencia de Cabera. ¿Por qué sale Cabrera? ¿Seguro que es solo futbolístico? A mi me da curiosidad realmente.
En cuanto al trámite de partido, Huracán era más, pero hay una diferencia que nos distingue: Lucas Barrios. La "Pantera" tuvo dos o tres intervenciones de crack que desestabilizó a la defensa local. Los puso nerviosos. Y a partir de ahí, Argentinos empezó a crecer. También hubo un buen primer tiempo de Aléxis, que con buenas y malas, fue quien más intentó llevar al equipo hacia el arco rival.
En el segundo tiempo, otra vez el "Globo" arrancó mejor. Su gente se empezaba a impacientar, y con Pussetto como mejor arma, trataba de atacar a Kevin Mac Allister que había sido amonestado en el primer tiempo. Al ver la poca reacción que mostraba el equipo ante la adversidad, Berti puso a Cabrera en lugar de Pisculichi, formando nuevamente el cuarteto delantero con González más cerca de Barrios. La estrategia de Berti fue acertada, porque Argentinos comenzó a mostrar otra cara, y en la primera de Cabrera, armó una jugada bárbara con Barrios, que habilitó al uruguayo con un taco orgásmimo, y el "Cangrejo" pese a su disparo fuerte y de primera, no pudo vencer a Marcos Díaz.
El partido se volvió palo a palo. Un rato Argentinos, un rato Huracán. Gustavo Alfaro mandó a Montenegro y a Coniglio para intentar ganarlo, pero la dupla Saiz - Bojanich estuvo muy segura en líneas generales. Más tarde ingresó Francis por Aléxis y Barboza por Machín, buscando quebrar el cero. No faltaba mucho, y para cualquiera que lo veía, sacaba dos conclusiones: o empataban 0-0, o el que hacía el gol gana. El "Bicho" tuvo algunas para ponerse en ventaja, pero no fue eficaz. Llegando a los 35 minutos, una serie de rebotes y una duda entre Bojanich y Kevin hizo que el Rolfi se meta en el área, remate, y con un nuevo rebote, la pelota quede boyando en el área para que Damonte lo fusile a Cháves. 1-0, y baldazo de agua congelada. Argentinos no tuvo más reacción. Inexplicablemente, cuando el juego se volcaba por la derecha, Cabrera cambió de punta con Batallini, que estaba muerto por el desgaste físico realizado. Sobre el final, un cabezazo de Bojanich que salió débil y pudo controlar sin problemas el arquero Díaz.
Fue final en Parque Patricios. Una derrota injusta, cuando tal vez el empate hubiese sido lo más lógico. Frustra porque otra vez de visitante, sin merecerlo, nos vamos sin nada. Pero a la vez tranquilos porque esto sigue y el viernes hay una final. El foco del equipo no debe cambiar. El objetivo es clasificar a una Copa. Tenemos con qué lograrlo y sabemos cómo hacerlo. Mantener la calma va ser clave. Y a fin de año, celebrar el cierre de una temporada excelente para la historia de Argentinos.