"No pierdo las esperanzas de volver"
25 de octubre de 2015
Walter García, actual jugador de Los Andes y ex jugador nacido en la cantera de Argentinos, habló con Pasión Paternal por Radio Punto AM 1400 y recordó cómo fue su etapa en el club, el día de su debut, su larga carrera y la chance que tuvo de volver el año pasado: "Tuvimos charlas, pero no se pudo dar".

La camada del 84 fue, sin dudas, una de las mejores en la historia de Argentinos Juniors. Leonardo Pisculichi, Néstor Ortigoza y Matías Caruzzo y Nicolás Pareja son los nombres más emblemáticos de esa división. Pero también hay otro: Walter García era uno de los mejores jugadores de aquella etapa, a punto tal que renegaba a Pareja y Caruzzo en varias oportunidades. En esta oportunidad, el rubio defensor central contó sus inicios: "Debuté en Argentinos de la mano de Gustavo Quinteros, quien realizaba un interinato de dos partidos luego de la ida de Ricardo Rezza. Después vino Ricardo Gareca y pude jugar todo el campeonato en el año 2002. Tuve la suerte ése día de debutar y que el equipo gane con mayoría de chicos del club. Soy de la misma categoría de Nicolás Pareja y Matías Caruzzo. A mí me subieron cuando llegamos del Mundial Sub-17, todavía era chico, tenía 16 y ya entrenaba con el Checho Batista. Después nos tocó descender y seguimos entrenando con edad de sexta".
Si bien no realizó una carrera brillante en cuanto a equipos, García jugó en diferentes clubes de distintos países, lo cual hace que haya sido una trayectoria más que exótica: "De San Lorenzo pasé a Rusia, de Rusia a Italia, de Italia volví al país para jugar en Quilmes, luego me fui a Uruguay, después a Estados Unidos, y bueno, volví a Argentina y anduve por varias provincias jugando en el ascenso", ratificó.
No obstante, a Walter García le queda una cuenta pendiente: volver al "Bicho". El defensor de 31 años no pierda esa esperanza, y hasta contó que el año pasado, cuando Argentinos descendió, tuvo la chance de regresar: "Estuve cerca. Se me acercó Luifer y tuvimos unas charlas, pero no nos pusimos de acuerdo. Aun así nunca pierdo las esperanzas de algún día poder volver. El tema no pasó por lo económico, sino por una cuestión organizativa. Estaba jugando en Mendoza, muy cómodo, mi familia también y tenía que salirme del año de contrato que me quedaba", cerró.