Se trata de un refuerzo de jerarquía, para un puesto donde falta contundencia: apenas cinco goles en seis partidos. Y en momentos de tensión deportiva, como la lucha por la permanencia, es necesaria la calidad de este tipo de jugadores. En especial en el caso de Bueno, que afrontó este tipo de duelos con el descenso jugando para San Lorenzo, San Martín de San Juan y el mencionado cuadro de Junín. "El fútbol argentino es único y estoy acostumbrado a esta liga, a la tranquilidad que tiene", deslizó casi como si no sintiese, o al menos la toma como algo natural, la presión excesiva y exitismo que se adjudica en los certámenes locales. 

Pensando en lo inmediato, el duelo ante Atlético Tucumán en el Diego Armando Maradona está a la vuelta de la esquina. Charly ya avisó: "Estoy a disposición para los minutos que sea. Ojalá ganemos y no haga falta que entre". Sin embargo, sintió una molestia en el isquiotibial izquierdo cuando estaba por terminar la práctica. Sentí cansancio y me sacaron por precaución. "Hicimos fútbol y hacía mucho calor, así que se me cargó un poquito el músculo", describió el uruguayo, de 35 años, que concentrará para el sábado y tendrá un lugar en el banco de suplentes.