Reducto complicado si los hay. No quiero decir tonterías, pero creo que NUNCA habíamos ganamos en el Hilario Sánchez jugando en Primera. Es cierto, tampoco nos vemos las caras año tras año, pero es increíble como nos cuesta. Muy parecido al karma que tenemos con Quilmes o Lanús de visitante hasta 2010. Ni hablar de Rafaela y seguro se me escapa alguno más. Pero las rachas están para romperse algún día y eso sucedió en la tarde de ayer. 

Diego Dabove por tercer partido consecutivo decidió repetir el equipo. Lo único que cambió fue el armado del banco de los suplentes. Pero en líneas generales, el entrenador se siente muy a gusto con sus once de memoria y no lo va cambiar bajo ningún punto de vista. Esta decisión puede generar mucha confianza en los jugadores, pero bajones en los que ni siquiera concentran. Por eso, hay que saber llevar a un grupo cuando se toman este tipo de medidas. 

No fue todo color de rosa para Argentinos en el comienzo de esta historia. En la previa del partido, incluso llegando al estadio, la gente de San Martín expresó su preocupación en forma de presión. No de apoyo. En el aire se sentía que esto era una final. Utilizando esa presión como empuje, a los cuatro minutos el local se pondría en ventaja. Un centro desde la derecha que nadie llegó a despejar, y Mattia, con su metro noventa, solo tuvo que poner su frente para que la pelota le impacte y se meta por encima de Cháves. 1-0 y festejo en el Hilario. El "Bicho" estaba aturdido, pero de ninguna manera vencido.

No nos costó ser protagonistas del juego. Ellos mismos nos dieron ese poder. No obstante, nos costaba generar ocaciones de gol y eso nos convertía en un equipo tibio sin profundidad. Y para colmo, en la primera que pudimos gestionar una buena serie de toques para que Aléxis defina con un cabezazo esquinado, fue anulado incorrectamente por el línea número uno, Ariel Scime. Minutos después, una clarísima mano en el área de Facundo Erpen también obviada por el árbitro y sus asistentes. Voy a crear que fue solo eso. Una equivocacion. 

A los 30 minutos, Hauche y Batallini armaron otra linda jugada por izquierda, este último desbordó y lanzó un centro atrás para que, está vez si, Alexis Mac Allister clave el empate con un golazo infernal de derecha. Argentinos se ponía 1-1 y su fútbol crecía cada vez más. San Martín no podía reaccionar y se sentía sumamente inferior. Sobre el final, Argentinos volvió a convertir pero otra vez fue invalidado por un offside de Sandoval.

No hubo cambios en el complemento. Argentinos notó que lo podía ganar si pegaba en los momentos justos y si no prestaba atención al clima hostil que azotaba en las tribunas. Por eso, desde el minuto cero se lo llevó por delante. Otra vez Elías Gómez fue partícipe del gol. Pasados los diez minutos, El "24" llegó hasta el fondo y la pinchó al segundo palo, allí se encontraba el "Bata" que con el arco a toda su disposición, colocó la pelota al palo derecho de Ardente con un testazo certero. 

Automáticamente, San Martin fue un concierto de errores y el miedo de las tribunas se trasladó a sus jugadores. Argentinos, inteligente, aprovechó esto y siguió atacando. Esta vez, el que se puso el traje de asistidor fue Franco Moyano. El ex San Lorenzo, desde su posición habitual aunque algo más adelantado de lo normal, habilitó a Alexis que quedó mano a mano con el capitán de San Martín, y ante su salida, se la picó por arriba para sentenciar el 1-3. Locura total en el banco de Argentinos por la forma en que el equipo reaccionó y se adaptó a las condiciones del juego que no eran para nada favorables. Luego San Martín descontaría a través de Bravo pero el resultado nunca corrió riesgo. El "Bicho" de Dabove fue mejor equipo y lo demostró siempre. 

Esta victoria nos despeja la cabeza y nos ayuda a entender varias cosas. Primero en principal, se pudo curar a tiempo a un enfermo que parecía estar muerto. Se lo reanimó y salió adelante con creces. Esto debe servir para dejar de cometer errores que son evitables. Después el fútbol y el destino tiene sus imponderables y con eso no hay nada que hacer. Pero prestemos atención a los errores. Bobadilla, Junior Benítez y Toledo no llegaron solos. El conflicto en el vestuario después del partido con Boca no fue culpa de Angelici. La llegada de Carboni no la decidió él. Por suerte, Dabove aceptó agarrar un fierro caliente que no le correspondía. Y ahora, no nos queda otro remedio que mirar hacia adelante. Contra Central y Patronato será FUNDAMENTAL ganar. La campaña, todavía, es pobre. Maquillémosla un poco más y pongamos toda la carne el 4 de abril. Allí el Maradona se verá distinto. Se abrirá en la semana y recibiremos a un equipo poco habitual. La Copa es mi obsesión y a nadie se le puede prohibir soñar. Tal vez, quién te dice, estemos en presencia de algo bueno e histórico. Soñemos. Soñemos que algún día se nos va dar. 

FICHA TÉCNICA:

San Martín de San Juan: Luis Ardente; Facundo Erpen, Francisco Mattia, Juan Rodríguez, Federico Milo; Franco Cristaldo, Marcos Gelabert, Mauro Bogado, Claudio Mosca; Emanuel Dening y Gonzalo Castillejos. DT: Rubén Forestello.

Argentinos Juniors: Lucas Chaves; Jonathan Sandoval, Miguel Torrén, Carlos Quintana, Elías Gómez; Matías Romero, Franco Moyano; Damián Batallini, Alexis Mac Allister, Gabriel Hauche; y Claudio Spinelli. DT: Diego Dabove.

Estadio: Hilario Sánchez

Árbitro: Jorge Baliño

Goles: PT 3′ Francisco Mattia (SM), 29′ Alexis Mac Allister (A). ST 13′ Damián Batallini (A), 19′ Alexis Mac Allister (A), 28′ Martín Bravo (SM)

Amonestados: ST 9′ Francisco Mattia (SM), 36′ Matías Romero (A), 36′ Federico Milo (SM), 45′ Gabriel Hauche (A)

Cambios: ST 5′ Nazareno Solís por Claudio Mosca (SM), 5′ Humberto Osorio por Gonzalo Castillejos (SM), 11′ Martín Bravo por Emanuel Dening (SM), 34′ Fausto Vera por Claudio Spinelli (A), 41′ Enrique Borja por Alexis Mac Allister (A), 47′ Leonardo Pisculichi por Damián Batallini (A)

FOTO: Tiempo de San Juan