Me siento orgulloso de mis jugadores". Es una oración que cualquier entrenador del mundo podría decir sobre sus dirigidos. Pero el énfasis y la cadencia que le otorga Gabriel Heinze a estas palabras hace que sea completamente creíble la declaración. Sobre todo, después del gran partido que hicieron ante Ferro. "Los primeros 25 minutos fueron muy buenos, después bajamos", reconoció el DT, que aclaró que vio al equipo "mucho más cerca" de lo que él quiere.

Cambio de esquema y de jugadores. De 4-3-3 a 3-4-3, y medio equipo, respecto a la goleada del jueves en Floresta. Para lo primero, Gabriel Heinze argumentó: "Las características del rival y sus jugadores son distintas. Ferro tiene dos delanteros centros muy buenos, y con All Boys, había tres atacantes y con una línea de cuatro lo solucionábamos". Sobre las seis modificaciones en el 11 inicial, el Gringo habló de la salida de Sebastián Martínez por lesión (Laso fue de líbero), y el resto (Lanzillotta, Benítez, Torren, Rueda y Fydriszewski) por "decisiones futbolísticas".

Los más jóvenes se han lucido. En Floresta, fue Esteban Rolón. Este lunes en La Paternal, fueron Esteban Rueda, Iván Colman y compañía. "Estos chicos, de 20, 21 y 22 años, me han dado una lección: aparte de jugar, ya son hombres. Jugarle así, a un equipo hecho, de experiencia, que está uno o dos escalones encima nuestro, hay que decirlo en mayúsculas. Son chicos que se animaron a jugar y lo están haciendo realmente bien", remarcó al respecto el Gringo.

La "media de 8 ocasiones de gol por partido" es un dato que entusiasma al hincha y al cuerpo técnico. Pero Heinze prefiere no acelerar la marcha en este largo camino a Primera División, al que le quedan 111 puntos en juego: "Voy partido a partido". Incluso, sobre el final de la conferencia de prensa en el Diego Armando Maradona, el ex DT de Godoy Cruz habló de sí mismo y esbozó una breve autocrítica: "No tengo equilibrio todavía. Soy un nene en esta profesión y hago lo mejor que puedo".