Es difícil de explicar porque el Bicho perdió sin atenuantes unos de los partidos más importantes de la historia contemporánea y no hay reproches, ni quejas, ni insultos. Hay agradecimiento de parte de los hinchas, predomina un claro sentimiento de orgullo, una sensación de que la clasificación estuvo muy cerca y al mismo tiempo bastante lejos. Cuesta comprenderlo.

Porque andá a saber cuándo carajo vamos a volver a jugar la Copa Libertadores. Y andá a saber cuándo vamos a volver a pasar la fase de grupos. Y andá a saber cuándo le vamos a volver a ganar al campeón de Uruguay, al campeón de Chile y al más poderoso de Colombia en menos de un mes. Quién puede decir, con certeza, cuándo nos vamos a volver a reír en la cara de los que nos tildaron de fáciles, de accesibles.

Nadie lo sabe. Pero lo que sí sabemos los que somos hinchas de Argentinos es que nosotros elegimos esto. Porque nacimos en el barrio, porque nos hicieron hinchas nuestros viejos o algún familiar, porque un amigo nos llevó a la cancha y nos enamoró, por el Diego, por el Bichi, por el Checho. Por lo que sea. Nosotros elegimos ser de Argentinos porque ser de Argentinos es diferente.

Unas horas antes de que se juegue el partido con River salí a dar una vuelta caminando por el barrio, por mi barrio. Terrada derecho, Jonte de contramano, plaza de Pappo. Es la primera vez que mi hija, nacida en medio de esta puta pandemia, ve tanta gente del Bicho junta. Mi mujer, futbolera pero igualmente sorprendida, me consultó: “¿Qué hace ahí toda esa gente?”. Y yo le respondí, fuerte, para que escuche mi hija. “Sólo espera que en unas horas pase el micro para poder saludar a los jugadores. Porque después no se puede entrar a la cancha”.

A esa altura del día, sólo por el hecho de convivir con la ilusión de eliminar al mejor equipo del continente en los últimos cinco años, estar rodeado de hinchas de Argentinos en una plaza, y con mi hija mirándome con toda su belleza e ingenuidad sin entender por qué estábamos ahí, yo terminé de comprender que el Bicho había logrado algo importante: nos hizo a todos volver a creer.

Creer que en definitiva lo que ahora no se dio, en algún momento se puede dar. Porque los que tenemos más de 30, y nos tocó ver cuatro descensos en 20 años y ya no sé cuántas Promociones, por fin lo vimos superar una fase de grupos de Libertadores, esa Copa hermosa que sabemos que ganamos pero que vimos en vídeo, aunque nuestros viejos nos digan que la vivimos porque gritamos el gol,  nos revolearon y nos llevaron a los festejos. Es hora de reconocer que, con meses de vida, no recuerdo nada de aquello.

Pero de esto sí que no nos vamos a olvidar. Porque nos fuimos al descenso muchas veces y volvimos a Primera. Porque nos fuimos de Paternal y volvimos al barrio. Porque muchas veces en nuestra historia parecimos perder el rumbo y volvimos a nuestras fuentes. Porque hace 10 años creímos que nunca más íbamos a jugar la Libertadores y, sin embargo, volvimos. Siempre terminamos volviendo.

Hoy después del partido me resonaba en la cabeza aquel grito que amaba y odiaba por igual cuando era pibe y luego adolescente, que cantábamos en las últimas fechas cada vez que el Bicho descendía y que decía “Ya Vamo´ a volveeer…Ya Vamo´ a volveeeer”. Y recuerdo que lo cantaba con furia, con bronca y con lágrimas, después de que se confirmaba el descenso. Doloroso. Triste. Vacío. Cruel.

Hoy te propongo que te animes. Que creas que Vamos a volver una vez más. Cantalo. Pero con otros sentidos. Porque este equipo y este momento del club nos hizo sentir a todos que vamos a volver. Un día, quizás no tan lejano, vamos a volver a ser campeones. Del torneo, de la Copa Argentina, o de algo que nos hará felices. Y otro día vamos a volver a jugar la Copa Libertadores. 

Y otro día, seguramente mucho más cercano, vamos a volver a ir a la cancha. Y ahí nos vamos a ver. Nos vamos a saludar aún sin saber nuestros nombres pero sí sabiendo que nos conocemos. Y vamos a hablar de esta Copa que jugamos. Y de lo cerca que estuvimos de seguir avanzando. Qué linda Copa Libertadores jugamos…

Ya está. Se acabó. Se terminó. Pero vamos a volver a jugarla. Copa Libertadores, te juro que Ya Vamo´ a Volver.