En la previa al choque frente a Juventus por cuartos de final de la Champions League, la cuenta de Twitter de la Academia del Ajax F.C. publicaba una estadística sorprendente. “Ajax ha jugado 1750 partidos consecutivos con al menos un jugador graduado de su Academia en el once inicial. Una racha que empezó en 1982”.

 El historiador y estadígrafo de Argentinos Juniors, Javier Roimiser, corroboró una estadística análoga para los Bichitos de La Paternal. Hasta el día de hoy, el Semillero del Mundo lleva 1666 partidos con al menos un futbolista surgido de su cantera dentro de los once titulares. Pero en el desglose de la estadística surge un detalle aún más interesante. Si bien el equipo holandés -de gran academia, grandes futbolistas (Cruyff) y campeón de la Champions League-lleva más partidos con dicha racha, el equipo de la Paternal lo viene haciendo hace más tiempo.

 “La última vez que no inició al menos uno de inferiores”, dice Roimiser, “fue el 22 de julio de 1979, ante Vélez, en el desempate para las semifinales del Metro ‘79”. Es decir, al menos tres años antes que el Ajax.

 Esta asombrosa estadística refleja con mucha fidelidad la importancia y el significado que tienen las categorías formativas en Argentinos. Son parte insegregable de la identidad del club. Al mismo tiempo que significan una primaria fuente de ingresos para la supervivencia económica, son una respuesta confiable –casi infalible- y cercana –inclusive emocionalmente- en los momentos de emergencia deportiva.

 No hace falta ir muy lejos en el tiempo ni estudiar la –dicho sea de paso- riquísima historia de su cantera. Hoy en día Cháves, Romero, Vera, Alexis, Batallini... enarbolan la bandera del ADN de Argentinos y, por eso, no sorprende el cariño que reciben por parte del hincha.