Fue uno de los refuerzos para afrontar la B Nacional por sus características combativas y su sabio conocimiento de la categoría. Cuando el equipo no jugaba bien y pasaba por momentos tormentosos, él siempre se destacaba. De volante central, por los costados y hasta jugando de lateral cuando Claudio Borghi lo disponía. Sin embargo, aquella lesión frente a Instituto en octubre del 2014, tiró por la borda todo su buen momento en su segundo ciclo en el club: “Cuando me lesioné sentí que se me caía el mundo abajo. Nunca había sufrido algo así, pero gracias a Dios ya pasó. Estoy agradecido al cuerpo médico por haberme acompañado a lo largo de todos estos meses”, confesó.

Con respecto a su estado físico, “Pepe” avisó que ya se siente bien, aunque tiene en claro que el ritmo de la primera le exige una mejor condición: “Uno siempre quiere estar en cancha y jugar. En todo este tiempo me tocó apoyar desde afuera, y, aunque no se vea, eso es algo importante. Estar con los muchachos y compartir cosas con ellos me hizo muy bien”.

A pesar de eso, Basualdo no se pone una fecha exacta para su regreso, aunque tiene en claro que no salteará ningún paso de la recuperación y, menos que menos, sin consentimiento de los médicos: “Me siento diez puntos. La rodilla no me duele para nada. Quizá el fin de semana siguiente juegue unos minutos en la reserva ante Newell?s, pero sé que no me debo apurar y los doctores son los que determinaran si puedo o no estar”, expresó.

Para cerrar, el hombre ?rueda de auxilio?, como lo bautizó Pedro Troglio por el 2011, sabe que no la tendrá fácil para ganarse un puesto y espera una linda competencia para el próximo semestre: “Hay que tratar de sumar siempre. Me ha tocado jugar de lateral, de volante por ambas bandas y de volante central. Debo estar preparado para lo que pida el técnico. Estoy muy agradecido al club que me dio la posibilidad de volver y a la gente que siempre me trató con cariño”, cerró.