Desde lo desconocido, era pura esperanza. En un Argentinos que parece ser casi tan inofensivo como un osito de peluche, la aparición de un jugador que llegaba como goleador era una de las ilusiones de las que se agarraba el hincha como para poder cambiar esta mala racha que atraviesa el equipo. Maximiliano Freitas tuvo su presentación con la camiseta del Bicho, aunque en los pocos minutos que jugó no pudo hacer o demostrar demasiado.

Desde el comienzo del segundo tiempo estuvo haciendo movimientos precompetitivos y llegando a la media hora de juego en el complemento, Gorosito lo llamó para convertirse en la tercera y última variante del equipo. Chiquitito pero morrudo y luciendo la número 15 en la espalda, el uruguayo reemplazó a un Franzoia que tuvo pocas buenas intervenciones.

El ex jugador de Plaza Colonia no participó de muchas acciones de juego, a decir verdad. No le quedó ninguna como para rematar al arco, ni tampoco recibió algún centro como para mostrar su juego aéreo. El debut de Freitas estuvo a la altura de lo que fue el nivel general del equipo a lo largo de todo el partido. Ojalá sea sólo cuestión de darle tiempo para que se termine de poner a punto en lo físico, se adapte por completo al fútbol argentino, y empiece a pagar con goles la confianza depositada en él.