Brown de Adrogué le cortó al Bicho una racha de cinco victorias consecutivas en condición de local y ratificó hoy su condición de kryptonita del líder. Con un planteo especulativo, el equipo de Vicó le cerró los espacios al equipo de Heinze, que no encontró los huecos para romper la igualdad en toda la tarde. Pese a haber dominado en su totalidad la posesión del balón, Argentinos no estuvo fino en el último toque y, consecuentemente, generó menos oportunidades de gol de lo habitual. Y aún cuando el Bicho llegó a lastimar a Brown, los centrales Pfund y Franco se encargaron de que la definición estuviera lejos de ser cómoda. Al igual que en el partido de primera vuelta, Brown apostó al juego aéreo y la verticalidad de Chávez, vías mediante las cuales llegó a despertar a Lanzillotta sobre todo al final del partido. 

Primero con González, Romero y Colman en cancha, luego con Cabrera, Rueda y Mac Allister. Heinze probó todas las variables capaces de afectar en los últimos metros del campo de juego, pero ninguna logró desbaratar la defensa rival, que se armó con dos consistentes líneas de cuatro jugadores. A nivel colectivo, nivel en el que suele sacar diferencia, Argentinos hoy no pudo superar a Brown, que a fin de cuentas cumplió con su cometido de no perder. Las pocas respuestas que encontró el local fue a través de aventuras individuales de Romero, González, Benítez o Fydriszewski, inclusive un tiro libre de Torrén. Es probable que de haber entrado cualquiera de las contadas ocasiones de gol, el partido se hubiera abierto y desarrollado de otro modo completamente distinto, pero no fue el caso.

 El equipo de Vicó llegó a la Paternal con la idea de rescatar puntos y lo logró, anulando al equipo de Heinze en los últimos metros y aplicando correctamente sus herramientas para compensar la inferioridad técnica. De este modo, se ganó el lugar de primer equipo al que el líder no ha podido derrotar como local ni/o como visitante. Su kryptonita le arrebató dos puntos, pero aún así, Argentinos marcha siete puntos por delante de su escolta, Brown de Puerto Madryn, quien podría convertirse en otro némesis.