Pasión Paternal

Otra derrota que preocupa


17 de febrero de 2016

Julian Micheles - @julimicheles

Argentinos cayó feo 3-0 ante Vélez en Paternal y acumuló así el tercer juego sin festejar. El Bicho salió dormido y a los 10 minutos ya perdía 2-0. Mereció descontar tras una levantada de nivel, pero a los dos del segundo tiempo llegó el golazo que sentenció la historia. El equipo necesita algo diferente urgente.

La pequeña luz roja que se empezaba a encender ya es cosa seria. Tres fechas en las que Argentinos no ganó y apenas mostró algunos buenos momentos de fútbol, aunque siempre encontrándose en desventaja. Claro, porque en los tres partidos le convirtieron goles antes de los 15 minutos del primer tiempo.

Dos buenas individualidades de Pavone en un par de minutos le alcanzaron a Vélez para sacar una ventaja importantísima. Reaccionó Argentinos encontrándose 0-2, y coincidiendo con el retroceso del Fortín, empezó a manejar el partido. Pero las fallas en la definición hicieron que ese dominio estando en desventaja, no sirviera de nada. Mereció el descuento antes del descanso, pero no lo consiguió y lo terminó pagando tan caro como esas dos definiciones del 9 velezano.

Para colmo, en los primeros dos minutos del complemento hay dos situaciones de gol. La del Bicho no entra, la de Vélez es un golazo. Mayor ya había metido cambios ofensivos/apurados, con tanto tiempo por delante, pero todo el segundo tiempo estuvo de más. No llegó ni el del honor, empezó a despertar la bronca de algunos sectores de la hinchada y dejó al equipo con uno menos por dos infantiles reacciones de Matías Martínez, que literalmente se hizo echar. 

Tres fechas, tres esquemas, muchos nombres, ningún triunfo. Todavía Mayor no encontró el equipo, ni en cuanto a esquema ni en cuanto a nombres. La suspensión del partido con Huracán viene bárbaro, aunque los jugadores muchas veces digan que quieren jugar cuanto antes para revertir la situación. De una vez por todas el equipo tendrá que aparecer antes de que sea demasiado tarde. Cuando llegue el primero, seguramente vendrán más alegrías. 

Compartir esta nota en