Pasión Paternal

Otra derrota para el olvido


26 de febrero de 2018

Pablo Cabrales - @pablitocabrales

Argentinos cayó 2-0 ante Talleres de Córdoba en el Mario Alberto Kempes por la fecha 17 de la Superliga con goles de Juan Ramírez en el primer tiempo y Santiago Silva en la etapa complementaria. Al igual que contra Tigre hace dos semanas, el conjunto de Alfredo Berti jugó muy mal y además de tener escazas situaciones de gol, la defensa fue un espanto a todo momento con Gastón Bojanich como principal apuntado. Ahora, en el horizonte asoma Boca e Independiente. Este cuerpo técnico ya supo cambiar a tiempo en el inicio del campeonato. Es hora de dar el volantazo para no volver a tener la calculadora en la mano.


¿Qué equipo es Argentinos? O mejor dicho la pregunta es: ¿qué clase de equipo es el Argentinos de Berti? Es tan clara la falta de equilibrio que sufre en todos los partidos que cuesta analizarlo. Si o si hay que hacerlo por partes. Ofensivamente, un equipo picante, con talento y hasta por momentos arrollador. En la mitad, duro, agresivo. Tal vez un tanto intracendente, pero lo suple con corazón y garra. Y abajo, un espanto. Porque encontrar otro adjetivo cuesta después de ver varias actuaciones decepcionantes. 

Argentinos llegaba a Córdoba de punto. Sí, ¿por qué mentirnos a nosotros mismos? Sabíamos con anticipación que enfrentabamos al escolta de Boca, un equipo durísimo que en su cancha es más poderoso aún. Sin Pisculichi, el único cambio que metía Berti es el ingreso de Barboza a la alineación titular por primera vez desde que llegó. Una gran oportunidad para Facundo que viene pidiendo pista hace rato.

En el arranque del juego, notábamos, como siempre, que Argentinos iba a jugar de igual a igual. Palo a palo. Achicarse ante nada es una de las grandes virtudes de este plantel de hombres. Sin embargo, todo lo bueno se disipa cuando defensivamente sos muy flojo. En cada avance de la "T", ya se notaba desconcierto, mezclado con movimientos torpes y lentos. Por ejemplo, y el que más resalta, es el caso de Gastón Bojanich. El central, que llegó al club luego de que Tigre lo dejará libre, está teniendo problemas todos los partidos y al parecer el entrenador no lo ve. O no quiere verlo. Pero la culpa no es de él, sino de quien lo pone. O mirando más hacia arriba, de quien lo trajo. Una solución, si la hay, está en el banco. O en Reserva. O tal vez improvisando con Sandoval de central. No lo sé. Pero hay que corregir ese déficit cuanto antes. 

Siguiendo con el análisis del juego, a los 26 minutos Matías Pisano con un simple movimiento de espaldas le ganó la posición a Benítez (otro que está en un nivel pobrísimo), encaró hacia adentro, dejó pintado a Bojanich y asistió a Ramírez para poner en ventaja al conjunto de Kudelka. Un gol de arco a arco. Con cuatro toques quedamos expuestos. Sobre el final del primer tiempo, González tuvo el empate tras un centro por izquierda pero su remate se fue junto al palo.

En la segunda mitad, Berti no dispuso de modificaciones. El partido todavía estaba abierto y Argentinos iba a ir en busca de la igualdad. Pero a los siete minutos, Bojanich regaló un pase en la salida cuando el jugador de Talleres más cercano lo tenía a siete metros. Machín no pudo controlar, Pisano lo durmió, habilitó a Silva y el uruguayo no perdonó. Fusiló a Cháves y liquido el pleito. Argentinos ya no tenía más nada que hacer en el partido. Era un cúmulo de errores y juego intrascendente. Colman, Silva y Rueda ingresaron pero ninguno fue determinante. Sobre el final, el equipo no fue capaz de mandar un centro buscando el gol del honor, y Pitana lo dio por terminado cuando se pasaban la pelota en el círculo central.
 
La derrota duele y mucho. Deja dudas. ¿Enciende alarmas? Si. Porque tenemos compromisos durísimos en las próximas semanas. Porque Boca es el líder indiscutido, porque Independiente es el que mejor juega en el país y porque Newell's se estará yendo al descenso en poco tiempo si no empieza a sacar puntos. Hay que despertar ya. No se puede regalar más nada. Berti aprendió en el inicio del campeonato, cuando empezó jugando con Cavallotti y Sebastián Martínez, a modificiar cuando algo no funciona. Hoy tiene que entender que Bojanich no está a la altura de la Primera de Argentinos. Qué Barboza tiene que tener rodaje para volver a ser. Que González necesita más compañía. Qué si Benítez no está bien, Ybáñez debe tener su chance. Hay que cambiar y buscarle la vuelta. No desearía tener que estar con la calculadora en mano cuando solo nos faltan cinco puntos para salvarnos. ¿Queremos Copa? De a un paso. No de a cinco. Vamos en orden y con tranquilidad. Confío en estos jugadores. Es lo único que me hace tener optimisimo. Porque en las bravas, aparecen todos. Ya lo hicieron incontables veces, y ahora no será la excepción. 

¡VAMOS, BICHO! 

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