"Fue una decisión futbolística", argumentó Gabriel Heinze, tras el partido, la salida de Gastón Machín y los ingresos de Facundo Barboza e Iván Colman como "mediocampistas internos" en el 11 inicial de una triunfante noche. Así, Esteban Rolón quedaba como el volante más centrado de una línea de tres, siendo el único con clara tendencia y característica a la marcación. Aunque bien sabemos que el misionero tiene despliegue y condiciones para asistir. En Floresta, las demostró espectacularmente.

Para comenzar, aquel primer pase en el gol inicial de Braian Romero. Fue una salida limpia, con intervención del arquero Tripodi, luego del lateral Mac Allister, los volantes Barboza y Colman, quienes se la dejaron limpia a Rolón, un poco más adelante de la mitad de la cancha. La habilitación fue prodigiosa: fuerte derechazo a la pelota, de tres dedos, a la espalda del lateral izquierdo del Albo. En el tercer tanto, también intervino el misionero: un pase filtrado, vertical, con una buena diagonal de Romero, quien centró para el esperado gol del centrodelantero Fabricio Lenci.

Su gran desempeño no solo fue en el aspecto ofensivo, también estuvo correctísimo para la marca y la recuperación. El torneo pasado, en Primera, fue de los volantes más recuperadores de pelotas y con un buen porcentaje de precisión de pases. Ante All Boys, como en otros partidos de esta extensa B Nacional, Esteban mostró estar más que apto para la doble función, para ser mixto. Tener conducción, pases rápidos y ordenamiento defensivo. Aprobó todas las materias.

Rolón tiene menos de 20 partidos en Primera, y apenas 21 años. Hoy, no se conoce el techo del oriundo de Posadas, y es por eso que Heinze le pide más. El DT ya lo reconoció públicamente en varias conferencias de prensa, que espera "más" de Esteban. Que marque, que juegue, que incluso llegue al área y se anime a buscar el arco, y si no aque tire algún habilitador y exquisito pase filtrado, como los que tiró hoy en el Islas Malvinas de Floresta.