¿Se terminó un ciclo?
22 de agosto de 2015
En la previa del partido, Gorosito y su cuerpo técnico tenían decidido irse si Argentinos perdía con San Lorenzo aunque en la conferencia de prensa el técnico prefirió no hablar de su continuidad. Si bien el equipo mostró reacción y amor propio como nunca antes en este semestre, acumula nueve partidos sin victorias y el panorama es cada vez más preocupante.

Sin embargo una vez consumada la derrota (la sexta en los últimos siete partidos) Pipo prefirió no hablar de su continuidad y sí hacer un análisis de lo que había sido el encuentro, en donde San Lorenzo pegó de entrada y Argentinos estuvo cerca de la hazaña mostrando una reacción que tal vez hizo dudar a su entrenador sobre si todavía tiene una vida más.
En la noche de Paternal todo comenzó como últimamente este equipo nos tiene acostumbrado. Sin juego y dando muchas ventajas defensivas, a los once minutos Matías Caruzzo encontró una pelota en el área y puso en ventaja a San Lorenzo. Si, justo él, que hace unos meses defendía al bicho para salir del infierno de la B Nacional ahora le tocaba ser el verdugo y en su propia casa profundizar la crisis de Gorosito y compañía.
El equipo de Bauza manejaba el partido y aprovechaba el desconcierto generalizado del local para llegar con peligro al arco defendido por Gabbarini. Fue así que a los 39 Héctor Villalba aumento el marcador y parecía liquidar el encuentro cuando todavía restaba por jugarse un tiempo. En el entretiempo algo pasó. Porque Argentinos cambio su forma de jugar.
A partir del manejo de Cabral, la polifuncionalidad de Ham y el amor propio de Ledesma, el bicho creció en el campo y empezó a manejar el partido. A los mediocampistas del “Ciclon” les costaba agarrar la pelota y sus delanteros quedaban aislados a la espera de algún contragolpe. Fue ahí cuando Pipo movió el banco y mando a la cancha a Rinaldi y Franzoia buscando mayor presencia en el área de Devecchi. El descuento llegó a los 34 gracias a un buen remate cruzado de Ham ingresando al vacío por el segundo palo. Una vez más un jugador surgido de las inferiores era quien ponía la cara en un momento complicado del equipo. Seis minutos después llegaría el empate de Garré y la sensación de que si se apretaba el acelerador los tres puntos por fin se quedarían en casa.
Sin embargo en cuestión de segundos todo volvió a ser como antes. Un penal de Laso bien cobrado por Herrera permitió que Néstor Ortigoza, otro hombre de la casa, mostrara que es infalible desde los doce pasos. Todo lo bueno que había hecho Argentinos en la segunda parte quedaba en la nada y la reacción del equipo pasaba a ser historia. Porque una vez más se perdio, porque no se encuentra el rumbo, porque los fantasmas de la tabla de abajo vuelven a aparecer a medida que pasan las fechas. Tal vez Gorosito vio algo en sus jugadores que lo lleve a dirigir una fecha más. O tal vez cuando apoye la cabeza en la almohada decida que no vale la pena seguir intentándolo.