El empate 0 a 0 ante Sarmiento deja varias lecturas. Por un lado, la postura inicial de Argentinos en el partido, más parecido a lo que realizo en Liniers que lo que hizo hace una semana ante la “Lepra”. Por el otro, el invicto de cuatro encuentros fuera de Paternal, con dos victorias, dos empates y sin recibir goles. 

Empezó mejor el local, buscando adueñarse de la pelota ante un Argentinos muy retrasado y que solo se dedicaba a ocupar los espacios para no pasar sobresaltos en defensa. Con siete jugadores por detrás de la línea de la pelota, Cabral quedaba muy aislado y Rodriguez hacia lo que podía en los metros finales.

La primera situación la tuvo Héctor Cuevas, cuando a los 27 minutos ganó de arriba luego de una pelota parada y su cabezazo se fue desviado. Dos minutos después, al nueve le quedo servida una pelota en el borde del área luego de un resbalón de Laso pero su remate fue defectuoso y se terminó yendo por el costado.

Para encontrar una ocasión de riesgo del visitante hay que remontarse a los 32 minutos. Almandóz desbordo por derecha y su centro encontró la cabeza de Giménez, que no pudo conectar con precisión. El ex volante de Tigre era la apuesta de “Pipo” para este partido, aunque nunca pudo encontrar su posición en la cancha y se mostró impreciso con la pelota.

Sobre el final de la etapa inicial, Sarmiento tuvo dos chances claras para irse al descanso en ventaja. Primero Ojeda le ahogo el grito a Nuñez y un minuto después Peppino se lo perdio solo ingresando por el centro del área. El bicho se iba al entretiempo habiendo jugado uno de los peores primeros tiempos del torneo y con un empate que solo se justificaba por la falta de profundidad del local.

El segundo tiempo fue otra cosa. Como también sucedió ante Vélez, Gorosito empezó a mover el banco y a entender que si adelantaba al equipo en la cancha podía complicarlo a Sarmiento. Es por eso que a los 16 puso a Castillejos por un inexpresivo Giménez y diez minutos más tarde apostó por Rinaldi y Gallego en lugar de Cabral y Almandóz.

A partir de los cambios el bicho empezó a generar mayor peligro en el área rival y dejó la pasividad que había mostrado en los 45 minutos iniciales. Con dos delanteros definidos más Gallego y Rodriguez por las bandas, el juego ofensivo mejoro notablemente y en solo dos minutos tuvo las más claras del encuentro.

La primera en los pies de Rinaldi, que a falta de diez para el final eludió a Rigamonti y definió suave ante el cruce de Dutari, que la mando al córner. De ese tiro de esquina, Castillejos la metió al corazón del área e increíblemente Franco Flores no pudo acertarle al arco cuando todos pedían posición adelantada.

Sin pasar sobresaltos sobre el final, Argentinos termino consiguiendo un punto con sabor agridulce, ya que nuevamente quedó la sensación que se regalaron 45 minutos. Pipo deberá volver a modificar el equipo porque la apuesta inicial no dio resultado. Igualmente, el bicho volvió a sumar de visitante por cuarto partido consecutivo y sigue por la buena senda en el torneo.