La espera terminó. Lejos quedó el enorme triunfo en Rosario, donde Argentinos cosechó su tercera victoria consecutiva y se acomodó tanto en la tabla de posiciones como en la del descenso. Pero ahora, el horizonte marca Arsenal, un rival durísimo al que siempre costó ganarle venga como venga. Y además, hoy en día, ambos luchan por salvarse, lo cual hace que tenga un condimento más. Es cierto que falta muchísimo, pero yo me pregunto: ¿no es mejor agarrar y resolver los problemas a tiempo? Hoy el problema viene de Sarandí, y los muchachos de Berti deberán sortear el obstáculo como sea.

Las dos semanas de trabajo no variaron mucho. Al parecer, el técnico sigue con la idea fija de "equipo que gana no se toca". Y para mí, es un acierto total. Cuando juegan once de memoria, la confianza sube. Es cierto, los relegados no van alineados, pero no hay dudas que este buen presente lo disfrutan todos. Porque primero de todo está Argentinos Juniors. 

Como contábamos, Berti planea utilizar los mismos 11 que le ganaron a Rosario Central. Formaría con: Cháves; Sandoval, Saiz, Laso, Piovi; Montero, Francis; Aléxis; Cabrera, González y Romero. En el banco esperarían su chance: Cavallotti; Torrén, Benítez, Machín, Pisculichi, Colman, Batallini y Quiroga. Uno de ellos quedaría afuera del banco. 

No hay otra opción que ganar para dejar los tres puntos en casa. Porque es un rival directo, porque la convicción debe crecer, porque está bueno ser una piedra en el zapato para los que pelean arriba, porque te pones a cinco de Boca y porque faltaría menos para salvarse. Dicho así, suena simple. Pero no lo será. Arsenal está obligado a ganar, y en ese juego de ida y vuelta, presenciaremos un lindo espectáculo.