Argentinos volvió a jugar mal y sufrió su tercera derrota consecutiva en el campeonato: esta vez fue 1-2 contra Unión, en Paternal. El equipo de Gorosito se vio superado por la solidez y la efectividad del Tatengue y recién en tiempo adicionado llegó al descuento a través de Cano. Soldano hizo los dos goles visitantes. Fueron expulsados Torrén y Matías Sánchez.

Ahora sí es para preocuparse. Sin ser alarmistas ni exagerados en la gravedad de la situación, esta tercera derrota consecutiva (segunda seguida como local y cuarta en el campeonato jugando en casa) debería llevarnos al menos a la reflexión y a la revisión de lo que se hizo mal para llegar a esta pequeña primera crisis futbolística que atraviesa Argentinos desde su regreso a la Primera División.

Jamás el Bicho hasta el momento había perdido dos partidos al hilo y ahora la mala racha ya se estira a tres. Suma un punto apenas de los últimos 12 pero lo que es aún más grave que lo que reflejan los números es lo que se observa dentro de la cancha: el equipo tuve una merma muy considerable en su rendimiento en los últimos partidos, incluso desde antes del receso, y parece no encontrar el rumbo.

Ya en la previa del partido Gorosito había dado un golpe de timón cambiando el 3-4-3 habitual por un 4-2-3-1 más parecido al de la B Nacional. Sin embargo, el cambio de esquema y de un par de nombres no resultó porque los problemas de las últimas fechas se repitieron.

Porque si bien Argentinos manejó la pelota mucho más que Unión, al equipo de Pipo le faltó profundidad, se quedó en el toqueteo intrascendente y al final de cuenta terminó viéndose superado por el orden, la solidez y la efectividad del conjunto visitante, que aún disponiendo menos del balón, lo utilizó mucho mejor para atacar.

El primer mazazo llegó a los 37 del primer tiempo, por un grosero error compartido entre Ledesma y Freire (el Lobo le pasó mal atrás la pelota al zurdo y éste no supo resolver), Soldano se la llevó de guapo, salvó Gabbarini, y en el rebote el delantero se favoreció por un cruce de Garré y empujó al gol.

Unión se fue 1-0 al descanso cuando en realidad el primer tiempo había sido parejo, pero el resultado solamente podía explicarse 

desde la solidez defensiva de Unión, que sin meterse atrás no pasó sobresaltos, y la eficacia que tuvo en la jugada más peligrosa de la primera mitad.

En el segundo tiempo sí quedaron al desnudo los defectos de Argentinos. Pipo sacó a Gallego para poner a Navarro, flamante refuerzo, y el ex San Lorenzo entró bien y preocupó con su pegada. Después mandó a la cancha a Cano en lugar de Ledesma, en un cambio que sorprendió, pero enseguida llegó la infantil expulsión a Torrén, por un rodillazo en la espalda de Riaño, que 

había ingresado hacía unos minutos.

Con una defensa del Bicho desarmada, que quedó parada con Alvarez, Freire y Garré, en la primera que tuvo Unión liquidó: la pelota después de un par de rebotes le quedó servida a Soldano en el borde del área y el ex delantero de Unión de Sunchales cruzó un remate potente para poner el 2-0, que a esa altura parecía irremontable.

El gol de Cano a los 46 solamente sirvió para decorar el resultado final porque en los últimos tres minutos, Unión planchó el partido y casi no se jugó. Quedaron en evidencia las diferencias entre el mejor equipo de los ascendidos, que sin lugar a dudas es Unión, y Argentinos, que es uno más de los que está para pelearla. Aunque duela, esa es la realidad. Habrá que saber aceptarla.

Foto: "Estudio William Barbosa"