Pasión Paternal

Los cambios acertados, otra vez


14 de febrero de 2016

Alejandro Giordano - @alegiordano11

Tras una floja primera parte, al igual que contra Tigre, Argentinos tuvo otro aire con los reemplazos y hasta casi se lo empata a Aldosivi. Braian Romero aportó movilidad, Lautaro Rinaldi una verticalidad reflejada en el segundo gol, y Lucas Rodríguez abrió la cancha. Mayor erró en la táctica inicial, pero luego intentó recomponer un equipo partido.

3-1 abajo. Entretiempo. Un planteo equivocado ante un rival más fuerte de lo que se esperaba. Aldosivi era sólido y se aprovechaba de las debilidades de Argentinos: el lateral derecho y el mediocampo, escasamente poblado con Cristian Ledesma, con el resto de los volantes abocados a funciones ofensivas. El cuerpo técnico intentó reacomodar el sistema defensivo, aunque el marcador obligaba a ir a buscar el partido. Perdido por perdido, Braian Romero, sin estar al 100% en lo físico, entró por Facundo Barboza.

El Bicho insistía. Romero causaba inestabilidad en la defensa del Tiburón, secundado por un Luciano Cabral disperso en distintos sectores de la cancha, buscando socios para generar peligro. Sin embargo, no había éxito. En eso, el local sufrió la baja de Pablo Lugüercio, el agotamiento de Cristian Llama y Sebastián Penco, sus cartas de ataque más fuertes.

Carlos Mayor notó que hacía falta más verticalidad y, al minuto, hizo entrar a Lautaro Rinaldi, en lugar de Federico Insúa, extenuado y de estático desempeño. También, cambió de Rodríguez (Lucas por Nahuel) para inyectar aire en la banda izquierda. El blondo delantero otorgó movilidad y esa profundidad buscada a los 15 minutos de ingresado: descuento para Argentinos e ilusión sobre el final, que finalmente no se concretó.

La fecha pasada, de local ante Tigre, los ingreso de Cabral, Rinaldi y Cano le habían hecho muy bien al equipo que terminó empatando en uno, con gol del enganche mendocino. En Mar del Plata, los cambios nuevamente fueron acertados: desde el aporte de criterio en el juego de Romero, el gol de Rinaldi, hasta los desbordes y el ida y vuelta de Rodríguez. La mancha fue el tiro libre del final, que Lucas lanzó demasiado alto para ser conectado.

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