Pasión Paternal

Una noche para el olvido


21 de marzo de 2015

Pasión Paternal - @pasionpaternal

En una flojísima actuación, Argentinos fue goleado 4-0 por Huracán y de esta manera cayó por primera vez en el campeonato. El Globo desnudó graves falencias defensivas del equipo de Gorosito y con un Wanchope Ábila inspiradísimo, liquidó el trámite en la primera etapa, golpeando en los momentos clave.


Argentinos tuvo uno de esos partidos en los que te sale todo mal. Una noche para el olvido, como refleja un título que ni siquiera debió ser tan original para reflejar con precisión y exactitud lo que le pasó al equipo de Gorosito en la cancha de Huracán. Así como se dijo que los dos triunfos conseguidos en el campeonato, contra Rafaela y Defensa y Justicia fueron irreprochables, de la misma manera se puede calificar la victoria de Huracán.

Al Bicho lo dominaron de principio a fin, tal vez a excepción de ese buen rato que tuvo entre el primero y el segundo gol de Huracán, algo así como desde los 10 hasta los 27 del primer tiempo. Todo lo demás fue del equipo de Apuzzo, salvo los errores, que fueron propiedad absoluta de Argentinos.

Ya la mano arrancó torcida de entrada. Una jugada que arrancó desde un lateral ofensivo para el local lo encontró a Huracán manejando la pelota con ciertas libertades cerca del área hasta que profundizó Mancinelli y jugó el centro atrás para que Ramón Abila defina dentro del área chica. Era un aviso de Wanchope.

Tardó un par de minutos pero después dio la sensación que el equipo de Pipo se fue acomodando al partido y a partir de Iñíguez y su buen manejo del balón pareció ir recuperando la confianza, a tal punto de generar un par de aproximaciones en el arco de Marcos Díaz, aunque no lo suficiente como para llegar al empate.

El segundo gol fue casi un golpe de knock out del que Argentinos ya no pudo volver a levantarse. Abila ganó por la misma zona donde había entrado Mancinelli en el primer gol, tiró el centro horizontal y Flores la terminó metiendo en contra a los 27. Tan mareado quedó Argentinos que cinco minutos más tarde vino un centro desde la derecha - otra vez ?“ y Wanchope anticipó de cabeza para poner el 3-0, cuando a ese primera tiempo todavía le quedaban 13 minutos.

De ahí en adelante, todo lo que pasó estuvo de más. Al partido le quedaba un gol, el tercero de Abila, sobre los 17 del segundo tiempo, cuando el delantero quedó mano a mano contra Ojeda con tiempo y espacio suficiente para elegir dónde colocar la pelota. Después de eso sí que no pasó nada más.

Argentinos terminó resignando su invicto dejando la mejor imagen y con la sensación que recibió un cachetazo de esos que te llevaron a replantearte muchas cuestiones. Gorosito, preocupado en todo el partido, tomó nota de ello. Fue una noche de pesadillas pero también para sacar muchas conclusiones. A pensar en Chicago, el próximo compromiso, el lunes que viene.

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