Demasiado poco para todo lo que generó
31 de marzo de 2015
Sin hacer un gran partido, Argentinos fue superior a Chicago y mereció ganar pero otra vez se tuvo que conformar con un empate de local: 1-1 con goles de Solignac y Rinaldi. El Bicho tuvo varias situaciones claras, sobre todo en el segundo tiempo, pero Lenis y Rinaldi no pudieron darle la victoria. El Torito jugó con 10 hombres en los últimos 20 minutos.

Sin embargo, hubo una frase de Lautaro Rinaldi en el final del partido que invita a la reflexión: “Vale mucho que nos respeten tanto cuando vienen a jugar acá”. Este partido sirve principalmente para terminar de comprender que la base de la campaña de Argentinos en este torneo depende principalmente de lo fuerte que pueda hacerse en su cancha.
Y la bronca tiene que ver justamente con que por segundo partido consecutivo - ya le había pasado contra Estudiantes -, el equipo empieza en desventaja, lo remonta, merece ganar, pero no lo alcanza para quedarse con los tres puntos. Por eso el sentimiento volvió a ser el mismo que hace dos semanas: se perdieron dos.
El primer tiempo contra Chicago fue parejo. Empezó mejor el Bicho, manejando la pelota y jugando con mucha gente en campo rival; después emparejó el equipo de Labruna - que tuvo su mejor rato en los minutos previos y posteriores al gol de Solignac - y finalmente el equipo de Pipo volvió a tomar la iniciativa y, a decir verdad, le quedaba bien el 1-1 a esa primer parte.
Mientras Argentinos buscó en los 45 iniciales ser ancho en ataque y llegar principalmente por las bandas con Lenis y Garré, Chicago esperó atrás y apostó por lo que podía generar De Federico, que aún con intermitencias tuvo apariciones importantes como en el gol, y tuvo en Mariano Puch un todoterreno en la banda derecha.
De esos dos futbolistas vino el gol de Chicago: pase entre líneas de De Federico, desborde y centro a la carrera de Puch, gol de atropellada de Solignac. Otra vez Argentinos empezaba perdiendo en Paternal. Esta vez al menos lo pudo remontar más rápido, porque a los 31 ya había empatado: pelota frontal de Garré, Masuero y Caballero se chocan, la toca al medio Gallego y Rinaldi cabecea al gol.
Fue en el segundo tiempo donde se vio la superioridad del Bicho con mayor notoriedad. En todos los aspectos. Tal vez sin mucho volumen de juego y con algunos futbolistas en bajo nivel como Alaniz y un desconcentrado Lenis, pero con mucha convicción de ir al ataque, casi monopolizando la tenencia y generando muchas situaciones claras.
Las mejores las tuvieron Lenis y Rinaldi. Un cabezazo del colombiano increíblemente desviado y otro que le tapó Sánchez, abajo. Un tacazo en el aire de Rinaldi que atajó el arquero; otro puntazo de Lautaro cerquita del palo ya en tiempo de descuento y antes hubo un desvío de Masuero (luego fue expulsado) en contra que pasó a centímetros. Esas cinco clarísimas de Argentinos contra ninguna de Chicago.
Lo que sucedió es que citando esta vez a Martín Zapata, otro de los jugadores que habló después del partido y que cumplió una buena tarea en el mediocampo, "los goles no se merecen, se hacen". Y si Argentinos no le ganó a Chicago es justamente porque le faltó meter al menos un gol más. Que lo mereció, sin dudas. Pero como no lo hizo, perdió dos puntos.
Foto: Estudio William Barbosa
Foto: Estudio William Barbosa