Una tarde para el olvido
12 de febrero de 2018
Argentinos jugó su peor partido del campeonato y cayó derrotado 2-0 ante Tigre con goles de Lucas Menossi y Diego Moráles, ambos en la segunda mitad. El conjunto de Alfredo Berti fue superado en todas sus líneas y nunca hizo pié en el partido. Además, Lucas Barrios salió lesionado a los 15 minutos del primer tiempo y al parecer se habría desgarrado. Paso en falso para el "Bicho" que cortó una racha de tres victorias consecutivas. Pero a no dramatizar: que los errores sirvan para cambiar y ser mejores. El sábado hay una final contra Atlético Tucumán.

De esas jornadas para olvidar. Para guardarlas bajo siete llaves y no abrirlas nunca más. Hoy Argentinos no fue Argentinos. O tal vez sí, porque cuando se pierde también hay que dar la cara y asumir los errores. Pero lo que hay que decir, es que hoy, tal vez, dio un paso en falso. No hacia atrás, pero sí equivocado. Porque los partidos de fútbol se ganan, se pierden o se empatan. Pero siempre se analizan el cómo. Y hoy, el cómo, fue bochornoso.
Berti pensó el encuentro como lo venía planteando. Por eso, ante la baja de Machín decidió ubicar en ese lugar a Francis Mac Allister. Y como era de esperarse, respetó el buen momento de Damián Batallini por el recuperado Nicolás González. No obstante, y esto es literal, Argentinos nunca pudo poner el motor en marcha. No jugó el partido. Parecía que nunca había llegado al estadio. Tigre, sin ser una máquina de fútbol, lo complicaba solo con una presión asfixiante.
Pero las malas noticias iban a continuar. A los 15 minutos, Lucas Barrios sintió una molestia en el aductor y debió salir del campo. Mañana a primera hora le harán los estudios correspondientes, pero desde los pasillos en Victoria hablaban de un posible desgarro. Esto quiere decir que el delantero estrella estará por lo menos dos semanas afuera y llegaría al partido con Boca con lo justo. Continuando con el análisis, Argentinos estaba incómodo. Los laterales no pasaban al atque, Pisculichi no lograba hacerse eje, Montero no para de perder pelotas, Bojanich es un mar de dudas en cada intervención y tanto Batallini como Cabrera estaban imprecisos a la hora de generar peligro por las bandas. Nadie, pero nadie hacia pie. Y eso ya era un indicio de lo que pasaría.
En el segundo tiempo, las cosas no cambiaron en lo absoluto. A los tres minutos, un ataque de Tigre encontró mal parada a la defensa de Argentinos que nunca pudo reaccionar para defender como se debía. Moráles le ganó la espalda a Sandoval, tiró un centro atrás, la pelota rebotó en la mano de Bojanich, le volvió a quedar a Morales que volvió a lanzar el pase atrás, Montero la desvió, y le quedó mansita a Menossi para fusilar a Cháves. 1-0 y justicia total en el marcador.
Lejos de reaccionar, Argentinos siguió deambulando sin fútbol por la cancha. No se caía una idea. Berti mandó a Aléxis y a Rueda al campo, pero fue en vano. Nignuno de los dos entró bien y se contagiaron de lo que venía produciendo el equipo. Llegando a los 25 minutos, Tigre toqueteaba cerca del área de Argentinos, y tras un despeje malo por parte de Torrén, Moráles la agarró de lleno en la medialuna y la estampó en el ángulo derecho de Cháves.
Argentinos jugó un partido horrendo en todas sus líneas, pero tampoco se puede dramatizar. Como dije arriba, se falló en el paso dado, pero no se retrocedió. Sigo creyendo que el camino es este, sigo confiando en los jugadores y noto que el cuerpo técnico está por fin congeniando con ellos. Tenemos lo que resta de la semana para trabajar el partido con Atlético Tucumán, que será durísimo. Celebrar las victorias y aprender de los errores. Ahí es dónde tenemos que ser inteligentes. Hoy fue todo malo y ojalá que el sábado volvamos a sonreir.